Punta de cuchillo

Conjugar Disfrutar

Si la Michelin fuera justa, en la edición del 2016 deberían otorgar la primera estrella a Disfrutar, la casa de Oriol Castro, Eduard Xatruch y Mateu Casañas. Y otra para Hoja Santa, el mex de Albert Adrià y Paco Méndez. Esas dos muescas o marcas es lo mínimo que merece la reputación de la hostelería barcelonesa. No quiero recordar agravios históricos porque la lista dejaría el Estatut en tíquet de la compra.

Regresé a Disfrutar casi al año de la apertura y constaté varias cosas: que es uno de los comedores más alegres de la ciudad y que el trío tira con la potencia de Killian Jornet.

Conjugo el verbo disfrutar como resumen: disfruto, disfrutas, disfruta. Desde diciembre han creado ¡99 platos! Una barbaridad. Pregunto por qué no cien. «Nos hemos quedado ahí», responden. ¿Qué otro restaurante lleva a cabo esa proeza? Pequeñas obras maestras como las nueces tiernas con ratafía, el multipescadito frito, el pastel de maíz y fuagrás, los nigiris de caballa y salmón con coliflor, la laksa de liebre con fideos y el xuxo de pasión.

Solo al final del artículo digo que fueron los jefes de El Bulli. Solo al final. Porque ellos están en su inicio.

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