Fin de etapa

Colau se despide del Ayuntamiento de Barcelona: defiende su legado y carga contra "las élites"

Collboni le entrega una réplica de la vara de alcalde y anuncia que le otorgará la Medalla de Oro de la ciudad

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Europa Press

Judith Cutrona

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Ada Colau ya es oficialmente exconcejal del Ayuntamiento de Barcelona. Su cargo de alcaldesa lo dejó hace un año y medio cuando fue investido alcalde Jaume Collboni. A pesar de los rumores sobre su futuro más inmediato, que la situaban en múltiples cargos lejos del consistorio, se quedó como líder de BComú en la oposición. Hasta el pleno de este viernes. Es la fecha que fijó para despedirse tras 3.423 días en el ayuntamiento desde su investidura el 13 de junio de 2015. Lo ha dicho por activa y por pasiva en los últimos meses y tampoco lo ha obviado ahora: "Es bueno no seguir ni en las instituciones ni en los lugares por inercia". Con esta premisa, Colau se ha despedido de la que ha sido prácticamente su casa durante más de 9 años.

La exalcaldesa ha reivindicado el legado que ha dejado en Barcelona, con un modelo que "hacía tiempo que no había en la ciudad". "Barcelona es una ciudad valiente, republicana, feminista, que sólo le pertence a su gente", ha expresado. En este sentido, ha repasado los proyectos impulsados, como las "miles de viviendas de alquiler", la pacificación de calles para hacer una "ciudad más verde y saludable", la protección de los entornos escolares o la unión del tranvía por la Diagonal. "Hemos hecho cosas que nos decían que eran imposibles", ha enfatizado.

En su lista de agradecimientos, entre los que destacan especialmente su "familia de BComú", trabajadores municipales y los distintos grupos políticos con los que ha compartido "un periodo histórico muy complicado", ha remarcado que el principal agradecimiento es "para esta ciudad valiente e innovadora que votó a la primera mujer alcaldesa, de familia humilde, con trayectoria activista y con un grupo que era anomalía del sistema". "Sólo en una ciudad mágica, valiente y rebelde pueden pasar cosas tan increíbles como ésta", ha resaltado.

También ha dedicado unas palabras a las mujeres de la ciudad, que "han levantado los barrios en los momentos más difíciles", como Neus Català (superviviente de los campos de exterminio nazi), la luchadora antifranquista Maria Salvo, la referente vecinal Emilia Llorca y la activista Custodia Moreno. El momento más emocionante para ella, en el que no ha podido contener las lágrimas, ha sido cuando ha hecho "una declaración de amor" a su madre, que le ha enseñado "las cosas más importantes de la vida" y sus "valores épicos", y a su amiga Vanessa, enferma de cáncer.

La exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, en su último pleno en el Ayuntamiento. / Jordi Cotrina

Su decepción, las élites

No ha tenido ninguna duda en afirmar que lo que más le ha decepcionado de Barcelona son "las élites", contra quienes ha cargado tildándolas de "provincianas, mediocres y avariciosas". Unas élites que la han acompañado también en su trayectoria como alcaldesa y ante las que insiste en impulsar políticas que "les paren los pies". "Cuando vimos que teníamos que tocar privilegios y tocar élites muy poderosas, empezó la guerra sucia", ha recordado. No ha faltado en su discurso una mención a las 20 querellas archivadas por políticas que impulsaron, incluso declaraciones en los juzgados.

"A pesar de las querellas y las 'fake news', quiero agradecer que nadie (de su grupo) se ha dejado arrastrar. Teníamos claro que estábamos aquí por el bien común. A pesar de todo, hemos seguido hacia adelante y nadie a tirado la toalla", ha expresado.

Tono duro de los líderes municipales

Para el resto de líderes municipales no ha sido fácil encontrar las palabras para despedir a la que ha sido su principal adversaria durante todos estos años, en los que han cargado duramente contra ella. Salvo la líder de ERC, Elisenda Alamany, que ha destacado de su trayectoria haber "abierto camino", la teniente de alcalde socialista, Laia Bonet, y la portavoz de BComú, Janet Sanz, que le ha pedido que cargue pilas para volver a ser "la voz del pueblo", el resto ha mantenido un discurso frío y con escaso reconocimiento.

El líder de Junts, Jordi Martí, le ha avisado de que sus palabras no son las mismas que haría el exalcalde y exlíder del grupo, Xavier Trias. Para él, no es lo mismo irse "pensando en que podría volver a ser candidata en 2027". Ha sido especialmente duro el líder del PP, Daniel Sirera, que le ha dicho que lo mejor que ha hecho ha sido irse. Y el de Vox, Gonzalo de Oro, que le ha deseado que "la salud la disfrute bien lejos de aquí y que no vuelva a Barcelona ni de vacaciones".

Réplica de la vara de alcalde

El actual alcalde, Jaume Collboni, ha reconocido que la trayectoria de Colau es "única en la historia de Barcelona". De ella ha destacado su "capacidad de trabajo, valores y coherencia". "Es necesario hacer el reconocimiento que corresponde a una alcaldesa de Barcelona", ha dicho.

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En su intervención ha anunciado que le otorgará la Medalla de Oro de la ciudad, como también hizo con el exalcalde Xavier Trias en su despedida en el pleno de julio. Algo que no hizo con el que fue el líder del grupo municipal de Junts fue darle una réplica de la vara de mando municipal, que distingue al alcalde (ya se la entregó Colau en 2019 cuando Trias se marchó). Esta ha sido la última imagen de la despedida de Colau más de nueve años después de haber sido elegida alcaldesa de Barcelona.

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