El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha entregado este lunes a título póstumo la Medalla de Oro al Mérito Cívico al arquitecto Ricardo Bofill, fallecido en enero de 2022 a los 82 años y considerado uno de los profesionales más destacados de su generación.
La distinción fue aprobada por unanimidad por parte de los grupos municipales en el pleno municipal de junio de 2022 y se entrega al fallecido en reconocimiento a su contribución a la arquitectura y el urbanismo catalanes y universales y por su obra vinculada a Barcelona”.
“Profundamente barcelonés”
La medalla ha sido recogida por los dos hijos del arquitecto, Ricardo y Pablo, en un acto celebrado en el Saló de Cent. Collboni ha destacado la vinculación del legado de Bofill con la ciudad, ya que, ha afirmado, se sentía “profundamente barcelonés” a la vez que mantenía una visión “universal”.
El alcalde ha elogiado “la valentía, la belleza, el sentido crítico y la creatividad del arquitecto. Bofill fue nombrado Officier de l’Ordre des Arts et des Lettres del Ministerio de Cultura francés en 1988 y recibió la Creu de Sant Jordi en 1993, entre otras distinciones.
Su huella en Barcelona
Además del edificio Walden, en Sant Just Desvern, junto al que tenía su estudio-vivienda, Bofill dejó una huella considerable en Barcelona, pese a trabajar durante gran parte de su vida en el extranjero. De su legado en la ciudad son ejemplos un edificio de viviendas en la calle de Nicaragua, el Institut Nacional d’Educació Física de Catalunya (INEFC), un complejo de apartamentos en la Vila Olímpica (1991), el Teatre Nacional de Catalunya, la ampliación del aeropuerto y el Hotel W, entre otros.