Barcelona es un escenario cada vez más habitual para el desarrollo de nuevos videojuegos. A principios de año, se estrenó el videojuego 'La casa de papel: la opción', una precuela de la serie original de Netflix cuya trama se desarrolla en la ciudad condal.
Incluso es posible conducir de forma virtual por Barcelona gracias a videojuegos como 'Taxi Life: A city driving simulator' (título que se puede traducir como 'Vida de taxista: un simulador de conducir por la ciudad). El título invita a convertirte en un conductor y recorrer espacios emblemáticos de Barcelona, como la Plaça de Catalunya o el Port Olímpic.
Una nueva propuesta
El juego más novedoso con Barcelona como protagonista es 'Catcelona: a purrfect city', título que hace un juego de palabras al cambiar el prefijo 'per-' de la palabra 'perfect' por 'purr', palabra que se puede traducir como 'ronroneo'.
La trama, pensada para ordenadores, invita al jugador a encontrar a gatos escondidos en escenarios emblemáticos de Barcelona como la Sagrada Família o la Torre Agbar. Los creadores del videojuego ya han lanzado un primer avance de cómo será:
Financiar el videojuego
Esta entrega, que recuerda en cierta forma al clásico pasatiempo 'Buscando a Wally' -pero con gatos- busca financiación a través de una campaña de donativos en la plataforma Kickstarter. El estudio que produce el videojuego necesita 15.626 euros para completar el videojuego y tan solo recibirá la financiación si llega al objetivo de recaudación antes del jueves 2 de mayo.
Hasta el día 17, a dos semanas de que acabara el plazo, el estudio había recaudado 7.210 euros gracias a 94 personas diferentes, por lo que llevaba recaudada la mitad del objetivo.
Motivo solidario
El 5% de la venta de cada copia del juego se destinará a la fundación El jardinet dels gats, una entidad sin ánimo de lucro que da refugio a gatos callejeros y abandonados en el distrito de Ciutat Vella, en Barcelona.
Aquellos usuarios que tengan -o hayan tenido- un gato y hagan un donativo superior a los 60 euros podrán incluir a sus felinos en el videojuego, que se esconderán por la capital catalana a la espera de ser encontrados por los compradores del juego.