La presión turística hace estragos durante todo el año en el barrio de la Salut de Gràcia, pero se intensifica con la llegada del buen tiempo. La masificación aflora como las flores en primavera y la línea de bus 116 la sufre en primera persona: con una parada justo delante de la entrada del Park Güell, aluviones de turistas colapsan esos minibuses de barrio. Los vecinos llevan años quejándose y el Ayuntamiento de Barcelona ha tomado cartas en el asunto: de un día para otro, concretamente desde este miércoles, la línea 116 ha desaparecido de Google Maps y de otras aplicaciones de movilidad.
Los turistas no se han esfumado, pero sí se han reducido considerablemente: los vecinos reconocen que ha sido una medida efectiva, ya que vuelven a tener el bus a su disposición, en el que solo caben una veintena de pasajeros, y hasta consiguen asiento.
Además de no aparecer como itinerario recomendado en la aplicación de Google, la línia tampoco está en Apple Maps ni Citymapper. Antes de tomar esta drástica decisión, el consistorio optó por aumentar la frecuencia de paso del bus 116, pero la medida no palió el problema.
Otras problemáticas en el Park Güell
Esta no es la única problemática que el consistorio tiene sobre la mesa en relación con el turismo descontrolado en el Park Güell. Los vecinos exigen desde enero la retirada de una parada de taxis cercana al parque. Por otro lado, tanto ellos como los trabajadores del bus piden "informadores" en las líneas cargadas de turistas en Barcelona.