Pendientes de la meteorología, viajeros y sector turístico comparten incertidumbres sobre lo que sucederá finalmente en Semana Santa también en destinos urbanos como Barcelona. Pero en estos momentos las reservas hacen pensar en una ocupación hotelera del 85%, un par de puntos inferior al año pasado, lo que se atribuye al calendario avanzado de este año, ya que cuando la festividad cae a mitad de abril se suele acompañar de un mayor desembarco de visitantes en la capital catalana. No obstante, la última hora aún podría hacer variar las previsiones. El dato es idéntico en el ámbito de los apartamentos turísticos.