El Departamento de Territorio ha descartado la relación entre la fisura detectada en el número 93 de la calle Urgell de Barcelona y las obras de la línea L8 de los Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC). Lo ha hecho a través de un informe que se ha dado a conocer esta tarde. De hecho, los vecinos han informado de que la grieta ya estaba ahí antes del trabajo de los obreros.

Según informan fuentes de la Conselleria a agencias, las obras, como mucho, pueden haber causado una "ligera evolución" de la fisura debido a las "vibraciones producidas por los trabajos de demolición de pavimento". Sin embargo, aseguran que no hay riesgo alguno en la estructura del edificio y que tampoco "se han detectado movimientos ni en los fundamentos ni horizontales".

Esto se ha podido saber gracias a las 1.066 inspecciones en viviendas, locales comerciales y aparcamientos que está llevando a cabo el Departamento de Territorio durante el mes de marzo. Con la revisión de las fincas la Generalitat se quiere asegurar de que no va a haber problemas con las estructuras de las fincas próximas al túnel, que se debe empezar a construir en 2025 y se debe prolongar hasta la estación de Gràcia.