Barcelona suma 579 permisos de panadería con degustación (y pocas inspecciones)

Las denuncias que desde hace años presenta el Gremi de Restauració de Barcelona contra decenas de panaderías con degustación que, según documentan, no cumplen con la normativa y limitaciones que establece la regulación local, no se ha traducido hasta ahora en una acción inspectora en consonancia. El ayuntamiento mantiene que la ciudad suma 579 permisos de esta actividad, a los que cabe sumar 176 más que tienen doble licencia de horno con degustación y restaurante. Y que su control no es prioritario al no producirse quejas vecinales. El consistorio ha recibido la carta firmada por la patronal donde "se piden medidas" para responder a sus reiteradas quejas por posibles incumplimientos de establecimientos con degustación, y en estos momentos está "analizando la situación", afirma. No obstante, fuentes del área municipal de Comercio subrayan que "es competencia de la Autoritat Catalana de la Competència determinar si hay o no competencia desleal por parte de estos establecimientos que denuncia el Gremi de Restauració". La patronal considera que en la práctica muchos de ellos ejercen de bares, valiéndose de la normativa más laxa que disfrutan (respecto a locales de pública concurrencia), y se benefician de aplicar convenios laborales que favorecen a las empresas, ya que un dependiente de una panadería gana 400 euros menos brutos que un camarero. Actividad "inspectora regular" El ayuntamiento destaca a este diario que "hasta ahora no se han registrado quejas vecinales destacables" por la actividad de las panaderías-degustación. Afirman mantener "una actividad inspectora regular, pero siempre dentro de un equilibrio en cuanto a la disposición de recursos municipales y priorizando la inspección de todas aquellas actividades que generan quejas relacionadas con la seguridad, la sanidad, la sanidad alimentaria, los ruidos o las molestias a la ciudadanía en general". Por ello, el consistorio no aporta datos sobre controles ni sanciones. La patronal asegura que algunas de sus denuncias se han saldado con multas o ceses, tras comprobarse que las sospechas de los restauradores estaban fundamentadas, en aspectos como un exceso de ocupación de espacio destinado a degustación, la venta de alcohol, y de menús de mediodía, entre otros aspectos con irregularidades. El consistorio añade que dentro del plan Endreça ya se han puesto en marcha las "multiinspecciones para revisar toda la normativa que se aplica en diferentes tipos de establecimientos, incluidas las panaderías con degustación". El Gremi de Flequers de la Província de Barcelona, por contra, se ha desmarcado hoy de la petición de más controles y multas, y ha defendido la actividad de la degustación, que desde hace 30 años complementa otras muchas actividades de comercio alimentario. No obstante, ha defendido que el cumplimiento de las condiciones para ejercer esta actividad, donde la degustación debe limitarse a los derivados del pan y la bollería y sus complementos, y en un espacio delimitado, que no lo convierta en el negocio principal. El Gremi de Restauració es muy crítico con lo que consideran que es la permisividad municipal al respecto y cuestiona el dato de permisos de actividad de pandería con degustación en la ciudad, que creen que es muy superior. La oferta se concentra sobre todo en el Eixample, y en la ciudad operan una veintena de marcas especializadas, algunas de la cuales suman decenas de establecimientos en la ciudad y en algunos casos acumulan denuncias por parte de los restauradores.

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La ofensiva del Gremi de Restauració llega al ayuntamiento, que no prioriza el control de esta actividad porque no registra quejas vecinales

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