Comunidad arraigada

El 'Chinatown' de Barcelona crece en el Eixample tras la extinción de los mayoristas de ropa

La cuarta nacionalidad extranjera con más presencia en la ciudad gana negocios y servicios que se dirigen también a los barceloneses

Barcelona celebra el Año Nuevo chino

Nuevo centro budista / MANU MITRU

No hay ni un producto o servicio que no se pueda encontrar en el efervescente 'Chinatown' del Eixample, que lejos de menguar desde que los mayoristas se exiliaron a polígonos industriales de Badalona, sigue creciendo sin prisa pero sin pausa. Supermercados chinos, restaurantes, agencias de viaje, gestorías, traductores, parafarmacias, escuelas de baile, electrónica, bazares, artes marciales, estética, peluquería y muchos más surcan las calles del barrio de Fort Pienc, convertido en el favorito de los 20.206 chinos que según el último padrón municipal residen en Barcelona, erigidos en la cuarta comunidad extranjera más importante de la ciudad. Pero lo más importante es que la red de negocios no está por la endogamia, sino que tiene firme voluntad --como buenos empresarios que son-- de atraer a los barceloneses con su poliédrica oferta.