Los centros comerciales de Barcelona se ponen al día: un 2024 lleno de reformas

Como si nunca hubiese existido una pandemia que los colocó en el abismo, los centros comerciales de Barcelona han sobrevivido a su impacto y han demostrado que pese a la creciente amenaza del comercio 'online' siguen manteniendo un público fiel, e incluso adicto. Tras el parón de la actividad, y con las restricciones que ralentizaron su despegue, en general han recuperado la afluencia precovid y el volumen de operadores, así que no es de extrañar que los proyectos de mejora que tuvieron que posponerse hayan resucitado, sumándose a otros nuevos. A resultas de ello, L'Illa Diagonal, La Maquinista, Diagonal Mar, el Centro Comercial Maremagnum y el Triangle están o estarán en breve metidos en reformas de distinto alcance, sean de ampliación o para mejorar su confort, luminosidad u oferta. El único recinto que ya completó su transformación antes de la crisis sanitaria, Westfield Glòries, puede presumir de haber colgado (en estos momentos) el lleno. No es algo común, porque lo habitual en los centros comerciales es que siempre haya algún espacio disponible fruto de las rotaciones de alquiler que los propios espacios reivindican para asegurarse de que siempre tienen cabida novedades y tendencias, como explica el delegado en Catalunya de la Asociación Española de Centros y Parques Comerciales, Víctor García. El experto, que también es responsable de Asuntos Públicos de Westfield en España de URW (Unibail-Rodamco-Westfield, uno de los grandes operadores y promotores de centros comerciales), sostiene que los centros barceloneses --que en la mayoría de casos se distinguen de otras ciudades por su implantación céntrica-- han recuperado su tráfico prepandemia y están en "una situación muy buena" de actividad. Con el añadido, puntualiza, de haber dejado atrás la idea del "apocalipsis del 'retail'". "Se ha visto que el negocio seguirá con fuerza y conviviendo con la venta online", defiende. Inversión continuada García subraya también que "es un sector muy activo que siempre necesita invertir y estar al día", de modo que tras haberse visto forzado a congelar reformas, ahora parece que todas hayan eclosionado. En algunos casos, son intervenciones que precisan de compleja ingeniería urbanística y se cocinan a fuego lento. Como la ampliación de Westfield La Maquinista, de la que empezó a hablarse hace más de una década y que se encalló en su tramitación municipal, hasta incorporar ajustes, cuyas obras comenzarán precisamente a finales de 2024. El mayor centro comercial ganará 21.000 metros para nuevos negocios, pero además despuntará por ser el primero que integrará usos residenciales, con la construcción de más de 800 pisos dentro del proyecto aprobado para la zona, con 220 millones de inversión. El mismo responsable añada que la oferta comercial actual ya fue sometida a mejoras durante la pandemia, y hace solo unos meses terminó otro pequeño proyecto de remodelación, que la ha puesto totalmente al día. Otra reforma que suma más de año y medio y que avanza en diferentes fases es la de L'Ila Diagonal, que tras cumplir 30 años de vida quiere mantener su tirón en la zona alta de Barcelona. Hace apenas unas semanas finalizó la mayor parte de los trabajos en su interior y desaparecieron los andamios que han permitido elevar la altura de los pasillos centrales. El recinto busca un 'look' más luminoso y amplio, con una mejor señalización y movilidad interior. En estos momentos, informan, la actividad comercial transcurre con normalidad y las tareas se limitan a la franja nocturna, con elevadores. Sin embargo, L'Illa, que en otoño pasado ya culminó su vistoso umbráculo en la parte posterior, aún se mantendrá todo este 2024 en obras, ya que hay que sumar la reurbanización del anexo jardín de Sant Joan de Déu, de 8.000 metros cuadrados y que serán parcialmente financiados por el centro. Cambios también en el centro También afronta una transformación importante El Triangle, que pese a sus reducidas dimensiones como centro, se beneficia se una superubicación en plaza de Catalunya. Como explicó este diario, El Ayuntamiento ha aprobado el plan promovido por el propietario del edificio, el fondo inmobiliario alemán Deka, que prevé fusionar nueve locales para crear una gran tienda. Según el proyecto, concentrará casi dos tercios de la zona accesible al público y convivirá con una decena de establecimientos más pequeños. No han trascendido aún los nuevos operadores que entrarán en juego pero sí que habrá más superficie de venta, no porque el espacio crezca sino porque integrará zona que FNAC destinaba a logística. En la zona litoral, en cambio, la nueva reforma que afronta el centro comercial Diagonal Mar no va a afectar a su interior (renovado en 2018, cuando redujo el númeo se salas de cine, se eliminó la bolera, se reformó la tercera planta planta para concentrar la restauración y se mejoraron pavimentos y luces), sino a su fachada. Se llevará a cabo ese mismo años y ya se están haciendo las catas, para darle una imagen más actual, después de que haya cumplido 25 años de vida. El proyecto ha sido ya validado por el ayuntamiento para que se integre en el entorno. En el caso del centro comercial Maremàgnum, señala un portavoz, el objetivo es estrenar en el espacio actualizado antes de la Copa América de Vela. Abarca la cubierta adaptada al mercado gastronómico (Time Out Market), un proyecto que ocupará una 5.250 metros cuadrados, con una combinación de 14 cocinas, un restaurante, cuatro bares (dos interiores y dos exteriores), un espacio y escenarios para eventos, un estudio de radio y una terraza exterior con vistas panorámicas a la ciudad, el puerto y el mar. Ya se han ejecutado las escaleras de acceso y falta adecuar el espacio. Pero además las reformas en marcha alcanzan la fachada del lado norte, en cuya entrada se ganará espacio para integrar nuevos operadores. En estos momentos la actividad comercial en el recinto está reducida, pendiente de diversas intervenciones, pero ya han empezado a introducir nuevos inquilinos, como una nueva tienda oficial del Barça. Las lonas desplegadas, con algunos proyectos ilustrados, dan fe del centrifugado que vive el Maremàgnum, de gran atractivo turístico, de cara a su reinvención, tras una inversión de más de 15 millones de euros. En el caso de Las Arenas, aluden a un proceso de "constante renovación" visible tras la pandemia, cuando el centro sufrió varias deserciones que dejaron su oferta mermada durante meses. Así, sus mejoras más recientes abarcan la renovación de sus principales accesos para hacerlos más visibles y accesibles, y el rediseño de muchos de sus espacios comerciales, con una importante entrada de nuevos operadores que han devuelto ya el volumen de marcas al previo a la crisis del covid y la ampliación de otros, como ampliación de Desigual, Hunker Miller (actualmente en obras) y Druni. En este sentido destaca la transformación que ha vivido la planta 3 para incorporar Ikono, la experiencia inmersiva de moda. Quien ya tiene todos los deberes hechos es Westfield Glòries. Vivió un cambio radical en 2017 y estaba en plena revitalización cuando llegó la crisis del covid. Pero tras el impás ha mantenido el ritmo de crecimiento con el añadido de haber sido "redescubierto" por el vecindario en ese periodo. "Ahora recoge los frutos de su ampliación", destaca García, con todos los espacios comerciales en activo.

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