El Ayuntamiento de Barcelona se ha quedado lejos de las previsiones que manejaba para multiplicar las placas solares en la ciudad y aumentar la producción de energía renovable que aventuraba alcanzar en equipamientos públicos, edificios privados y comunidades de vecinos en los últimos tres años. El consistorio armó un plan llamado Més Barcelona, dotado con 50 millones de euros a materializar entre 2021 y 2023. La meta era elevar la potencia instalada hasta 83 megavatios. Sin embargo, el resultado es que se han invertido cuatro millones de euros, menos de un 10% de lo que se ideó. Se ha contribuido al pago de 10 proyectos, sin que las obras hayan finalizado aún en todos los casos, e incrementarán la capacidad de generación en poco menos de seis megavatios.