Domingo es un día de lo más atípico para comenzar una época de rebajas. Una jornada que en Catalunya suele ofrecer la postal de un trasiego tranquilo de paseantes y persianas cerradas en las avenidas comerciales de la ciudad, más que el jolgorio de compras y consumo que se ha vivido este 7 de enero, marcado en el calendario desde siempre como el primer día de rebajas del año.
Y es que la perfección en la efeméride de este 2024, que comenzó un lunes, 1 de enero, ha permitido que una mayoría de barceloneses, reconvertidos en potenciales clientes, disfruten de un día festivo entero para poder acudir a las tiendas del centro de Barcelona y hacer aquellas compras atrasadas de Navidad buscando el mejor descuento -que este año van del 30% hasta el 80%, según el establecimiento y producto ofertado-, o aprovechar el obsequio cada vez más común en estas fechas de regalar dinero para gastar en productos que al acabar las fiestas se van a encontrar más baratos.
Tras una campaña de Navidad satisfactoria, este inicio de rebajas en las tiendas de calle vuelve a mostrar la buena salud del sector pese al auge del comercio electrónico y la difuminación de los periodos de descuentos que conlleva.