Mercado icónico de Barcelona

La Boqueria convive con 21 puestos cerrados pese a que le llueven 'novios'

Una antigua pollería que lleva largo tiempo cerrada en la Boqueria. / Ángel García Martos

Se acceda por delante, desde la Rambla, o por la parte trasera de la plaza de la Gardunya, resulta sorprendente que la Boqueria, el más concurrido e icónico mercado municipal de Barcelona, exhiba persianas bajadas desde hace años. La reivindicación de la junta de comerciantes del recinto para que el ayuntamiento permita el acceso de nuevos operadores ha caído en saco roto hasta el momento pese a que en los últimos tiempos al mercado no le han dejado de llover 'novios' u operadores interesados en resucitarlos. Mientras el consistorio decide, los puestos clausurados juegan el doble efecto secundario de dar una imagen de "tristeza" a algunas zonas del mercado, a la vez que desequilibran los flujos de visitantes, ya que pocos quieren pasar por los pasillos con más inactividad.