Cuenta atrás para las ordenanzas fiscales 2024 de Barcelona con la mirada puesta en Junts

El pleno de Barcelona votará este viernes, como última oportunidad para su aprobación, las ordenanzas fiscales que el gobierno de Jaume Collboni propone para 2024. Si no prosperan, no entrarán en vigor el 1 de enero los precios actualizados de tasas e impuestos, lo que supone cambios significativos en la recaudación que obtendrá Barcelona de las terrazas o los alojamientos turísticos por citar dos ejemplos controvertidos. La cuenta atrás para llegar a un acuerdo político se activó la semana pasada con el ‘no’ unánime de la oposición a la tramitación inicial de presupuesto y ordenanzas. Mientras que negociar las cuentas pueden esperar algunas semanas, el largo periodo de exposición pública que exigen las ordenanzas obliga a abordarlas como muy tarde en el pleno de octubre. Todas las fuentes consultadas por este diario apuestan por un escenario de incertidumbre hasta el último momento. A menos de dos días de la votación, no hay pacto firme a la vista pero todos los ojos miran a Junts porque es el único partido que por sí solo puede decantar la mayoría con sus 11 concejales. Aprobarlas sin Junts se antoja, hoy, mucho más complicado. El Gremi de Restauració ya se lo ha recordado. Geometría variable El equipo de Jaume Collboni se mantiene razonablemente optimista y ve posible un acuerdo con “más de un grupo” de la oposición, que si se produjera incluiría consensuar cómo comunicarlo. Y es que supondría, para los implicados, justificar un giro de 180º al voto expresado el pasado miércoles en la comisión de Economía. La oposición, sin embargo, coincide en criticar la ausencia de reuniones formales en la última semana pese a la inminencia de la votación. Y lo atribuyen al clima general de compás de espera, a que el rumbo del mandato barcelonés ha quedado hipotecado a cómo se resuelva la investidura de Pedro Sánchez en Madrid mediante Junts y ERC. Junts quiere rebajar el IBI Fuentes de Junts subrayan la predisposición al diálogo en el grupo, si bien afean que los socialistas se sentaran a negociar la semana pasada “24 horas antes de la comisión”. “Ya les dijimos que era muy justo, y más viniendo de la investidura de la que venimos hace solo cuatro meses”, critican, en referencia al apoyo in extremis de ‘Comuns’ y PP a Collboni para que fuera él alcalde en vez de Xavier Trias. Un punto clave para Junts, que podría dar la vuelta a su negativa inicial a las ordenanzas, es introducir una rebaja lineal del 2% en el IBI que pagan las viviendas barcelonesas. Tienen calculado que costaría unos 14 millones de euros a las arcas municipales, cifra que ven asumible para un presupuesto que ronda los 3.000 millones de euros. Admiten sin rodeos que es una medida “ideológica”, que busca “dar un mensaje de cambio” respecto a la etapa de Ada Colau en la alcaldía. En Lleida se ha aprobado, ejemplifican. Sin tripartito por ahora Por la izquierda no se augura una aritmética favorable porque ERC mantiene su negativa. Así lo expresó la portavoz republicana, Elisenda Alamany, en rueda de prensa este martes. Fuentes consultadas señalan que es un posicionamiento “por coherencia” y añaden que tampoco se han producido reuniones ni ofrecimientos los últimos días por parte del gobierno municipal que les lleven a repensar su voto. Además, las primarias por el control del partido en Barcelona –que ganó Eva Baró el pasado viernes por la mínima– dejaron unas aguas revueltas poco propicias a aventuras tripartitas inmediatas. Así las cosas, aunque los ‘Comuns’ y el PSC acercaran posiciones a remolque del acuerdo entre PSOE y Sumar y la reprobación al alcalde recién retirada, haría falta incorporar a la ecuación a otro partido como sucedió en la investidura. ¿Votación separada para terrazas? El martes se celebró la protocolaria Junta de Portavoces que precede cualquier pleno y la oposición preguntó al gobierno socialista si preveía votar por separado las tasas de terrazas, como hizo en comisión. Y según las fuentes consultadas, el ejecutivo abrió la puerta sin llegar a asegurarlo. Este voto diferenciado da esperanzas al Gremio de Restauración, que ve posible que el pleno de luz verde al acuerdo de terrazas si se desvincula del conjunto de ordenanzas. “Hemos pedido a los grupos de Junts, PP y Vox, que son los que vemos más favorables al acuerdo de terrazas, que si hay una votación separada se posicionen a favor”, reconocen fuentes de la entidad. “Todos los ojos miran a Junts ahora mismo, pero puede que lleguemos al pleno sin saber nada”, asumen. En este sentido, recuerdan la “experiencia muy positiva” del Gremi con Ramon Tremosa –el concejal de Junts pilota las conversaciones con el teniente de alcaldía Jordi Valls– cuando era conseller de Economía durante la pandemia. Aunque no han recibido ningún tipo de promesa por parte de Junts, confían que el viernes eviten que estalle el enésimo conflicto entre consistorio y restauradores. “Estamos prevenidos pero no somos pesimistas, creemos que acabará bien”, concluyen.

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