Fenómeno urbano

El imparable 'boom' de las habitaciones en pisos de Barcelona: para alquilar y hasta comprar

Un joven que comparte piso en el Eixample de Barcelona. / Manu Mitru

Fragmentadas, redistribuidas o reinventadas, miles de viviendas en Barcelona de tamaño mediano o grande han dejado de acoger familias para adaptarse a la nueva y feroz ley del mercado inmobiliario. En tiempos de escasez de estoc de alquiler y de precios en permanente ascenso, las habitaciones se han convertido en la moneda de cambio en auge, por abarcar dos públicos disparados en la capital catalana: el de estudiantes o teletrabajadores internacionales de paso, y el de barceloneses jóvenes que solo pueden aspirar a compartir hogar por el momento. El resultado es una creciente oferta que abarca desde las versiones más económicas a las elitistas (y de gestión profesionalizada) en alquiler, pero que abre ya la puerta incluso a la venta de estos microespacios, "para vivir o para invertir".