Infraestructuras

La movilidad entre Barcelona y la Costa Brava, un verano más en el atolladero

Las retenciones en la AP-7, por ejemplo a la altura de Martorell, son parte intrínseca de la movilidad entre Barcelona y la Costa Brava / Manu Mitru

El tema del ferrocarril se puede explicar a través de los testimonios y las percepciones. Pero aunque sean más frías, son las cifras las que mejor resumen lo sucedido en los últimos 60 años en España. En 1965 existían 4.157 kilómetros de red vía estrecha, el doble que en 2022; mientras que la malla principal apenas ha variado, de los 13.700 de 1969 a los 14.300 de 2022, un crecimiento que se explica básicamente gracias a la apuesta por la alta velocidad. Trasladado el asunto a Catalunya, hay una zona, el Baix Empordà y toda la Costa Brava por extensión, en la que el tren tuvo un papel importante durante la primera mitad del siglo XX. Pero ya no.