Barcelona adjudica otros tres nuevos restaurantes para el nuevo Port Olímpic

Tras un primer concurso público el año pasado para adjudicar los restaurantes que albergará el llamado Balcón Gastronómico del Port Olímpic (en el que fueron adjudicados siete de ellos) el ayuntamiento ha hecho una nueva repesca que se ha saldado con otros tres fichajes. La zona del Moll de Gregal, tras una primera fase de derribos de los viejos locales, inicia ahora un maratón de obras para que la nueva oferta esté lista a finales de verano de 2024, justo a tiempo para la Copa América de Vela. No obstante, el Gremi de Restauració de Barcelona ha lamentado este lunes la "opacidad" que ha rodeado a esta "segunda vuelta". Barcelona de Serveis Municipals (BSM) ha informado de que los tres elegidos han salido de una criba de siete candidatos esta vez. Asegura que el objetivo sigue siendo desarrollar un "modelo culinario atractivo para diferentes perfiles de público". La selección se ha basado en "la calidad, el estilo de cocina y producto, el diseño y ambientación propuesto para los espacios interiores y las medidas de sostenibilidad establecidas para reducir el impacto de la actividad en el entorno". Para el apartado que difunden como Cocinas del mundo - innovación han elegido el proyecto que llevará por nombre El Tributo (de una nueva sociedad cuyos integrantes tienen locales también en Barcelona y Calella de Palafrugell). En cocina flexiteriana, el nuevo espacio será para Super Local, de la empresa Releni 2017 SL (más conocida como Pantea Group, con varios restaurantes en la ciudad y chiringuitos en la playa, y que ya se había hecho con otro local en el nuevo Port Olímpic). Y en el de Cantina, Casa Carmen (de Mano Juan SLU, con otro local en el Eixample). Con este segundo lote ya serán 10 los locales asignados, mientras que quedará pendiente uno más (de 'casual food' dulce y salado que ha despertado poco interés) que se adjudicará a principios del próximo año junto a tres tiendas gastronómicas que completarán la oferta, según BSM. Nuevas quejas del sector El macroproyecto municipal del Balcón Gastronómico suscitó muchas críticas en el sector el año pasado, tanto desde el Gremi de Restauració como de muchos operadores por los altos precios de las concesiones, que podían hacer difícil la viabilidad de los negocios salvo con un tíquet elevado por persona, se quejaron. Muchos grandes grupos optaron por no presentar candidatura. Inicialmente solo hubo 12 candidaturas para los 11 locales, incluidas las empresas que repetían, tras llevar varios lustros en la zona y tener que mantener sus plantillas. Pero la cotizada ubicación, en primera línea del litoral ha acabando atrayendo a diferentes operadores, que deben encajar su propuesta en los diferentes estilos de cocina predeterminados por el ayuntamiento: de opciones innovadoras vinculadas a la cocina-fusión a cocina de mercado de raíz mediterránea. La patronal local de la restauración cree que los alquileres de hasta más de 500.000 euros al año suponen una "operacion especulativa" impropia de una administración pública para un eje que se presume debía ser muy abierto a la ciudadanía. El gremio mantiene que la segunda adjudicación ha estado marcada por la "opacidad". "No ponemos en duda la legalidad del instrumento, pero lo cierto es que tanto la opinión pública como el propio sector de la restauración se están enterando hoy, primero, de que se ha llevado a cabo una segunda licitación y, segundo, de cuál es su resultado", ha señalado un portavoz a este diario. La entidad solicita información para asegurar que no ha habido agravios comparativos entre los escogidos y quienes optaron al concurso de 2022, cuando inicialmente hubo nueve adjudicatarios, dos de los cuales acabaron renunciando. Obras intensivas Por otra parte, este mes se inicia la segunda fase de obras del controvertido Balcón Gastronómico, una vez completada la fase de derribo de toda la antigua zona de restaurantes. La nueva se enmarcará en una superficie total de 24.000 m², con 8.000 para restaurantes. Cabe recordar que a pie del paseo Marítim, y en un amplio bulevar para disfrute popular, se levantarán los cuatro establecimientos del nivel superior, que quedarán sobre el mar. Los de la cota puerto tendrán amplias terrazas bajo cenadores fotovoltaicos. Ambas partes se unirán con escaleras y ascensor y conectarán directamente también con la playa de la Nova Icària.

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