Barcelona podría tener temporalmente dos bares Pinotxo, tras el nuevo e inesperado giro en la pugna que mantienen los nuevos operadores del antiguo bar en la Boqueria, y los herederos de la histórica saga familiar de propietarios. Un juzgado de lo Mercantil ha levantado la orden cautelar por la que el primero había tenido que dejar de operar con la marca Pinotxo, autorizando a que la utilice hasta el que se celebre el juicio para dirimirlo. De ese modo, desde este martes el puesto (junto a la Rambla) vuelve a estar presidido por el histórico (y valioso) nombre, mientras que la última generación de la familia Bayén pelea por defender su derecho al nombre y planea utilizarlo en el nuevo bar que abrirán en septiembre en el cercano mercado de Sant Antoni, como avanzó el pasado jueves EL PERIÓDICO.