Cambio de etapa

Elecciones municipales 2023: Barcelona cierra la 'era Colau'

Colau, Trias, Collboni y Maragall. / El Periódico

Barcelona cierra una etapa con el resultado de estas elecciones municipales 2023. Una campaña muy reñida y una noche de infarto han puesto fin a ocho años de alcaldía de Ada Colau en la capital catalana. Xavier Trias ha logrado la victoria por la mínima y el PSC se hace con la segunda plaza, lo que deja a la actual alcaldesa en una amarga tercera posición. Especialmente amarga porque le han faltado solo un centenar de votos para la medalla de plata, que le abriría muchas más puertas como ya demostró hace cuatro años cuando ganó ERC.


/ RICARD CUGAT

La aritmética admite una eventual alianza de izquierdas contra el vencedor, como han dejado claro los socialistas, pero es muy improbable –sino imposible– que la encabece Ada Colau desde el tercer puesto del podio. Jaume Collboni ha dejado muy claro que el PSC “no renuncia a nada” y a la vez ha insistido en “la oportunidad y el deber de abrir una nueva etapa”.

La noche electoral abre ahora tres semanas de intensas negociaciones, con sus correspondientes líneas rojas, acuerdos condicionados, mercadeo de cargos y alguna que otra puñalada. Pero acaben como acaben las conversaciones, lo que está ya claro es que la investidura del nuevo consistorio estrena otro capítulo en la política barcelonesa.

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Trias o Collboni

Xavier Trias se ve alcalde, aunque sea en minoría, pero para ello necesita allanar el camino a su propia investidura. Quizá por ello se ha adelantado al resto de alcaldables y ha sido el primero en salir a hacer declaraciones sobre los resultados, que no han quedado completamente claros hasta la finalización del escrutinio. La premura ha permitido al alcaldable de Junts enseñar sus cartas rápidamente: promete mano tendida a la oposición para, precisamente, desactivar la tentación de pactos que pudieran impedirle recuperar la vara perdida en 2015.

Trias busca principalmente el apoyo del PSC de Jaume Collboni para articular por primera vez en Barcelona capital una mayoría sociovergente de 21 ediles. Una alianza para la que ha dejado claro Collboni en sus declaraciones que no tiene gran predisposición. El tablero de juego es también catalán, con un PSC que sale fuerte de los comicios y que juega fuerte en el Parlament. El líder socialista ha repetido en campaña que no investiría a Xavier Trias ni a Ada Colau, un relato que ahora puede mantener por doble vía: tanto si Trias llegara a investido por vía automática al ser Junts la formación más votada, como si consigue para sí mismo la vara de alcalde mediante apoyos progresistas.

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Por una vía u la otra, no faltarán presiones en los próximos días para que Barcelona consiga un gobierno estable. Quién puede verse más incómoda en este escenario es ERC, que ha bajado a cuarta posición con 5 ediles cuatro años después de ganar la capital. Deberá escoger entre Xavier Trias y Jaume Collboni, dos rivales con quién Ernest Maragall tiene muy poca sintonía. De momento Ernest Maragall ha subrayado este domingo la victoria de Trias: “Es a él a quien corresponde la iniciativa para tratar de liderar la construcción de un gobierno fuerte”. Es más, ha añadido que los republicanos se “ponen a disposición de la ciudad”.

Ada Colau ha tardado mucho en salir a la palestra y ha esperado hasta clarificar si quedaba realmente tercera o podía lograr la segunda plaza in extremis. Una incertidumbre que se han mantenido incluso con el 99,9% escrutado. Pero con buena cara y contundencia, ha apostado también por “gobiernos progresistas”.


/ ZOWY VOETEN

Cambio de etapa en la derecha

También las derechas constitucionalistas pasan página a una etapa política en el consistorio, y quizá más allá. El PP ha podido doblar representantes en Barcelona capitaneado por Daniel Sirera y aupado por una jornada electoral muy favorable para los populares en España. Se libra de dos rivales actuales en el plenario, Ciutadans y Valents, que quedan fuera de la capital catalana.

Sin embargo, al PP le ha aparecido un adversario a su derecha, VOX, que ha superado el umbral mínimo del 5% del voto emitido. En parte gracias a una caída de la participación del 5,63%, entra por primera vez en el Ayuntamiento de Barcelona. La marca se ha hecho un hueco pese a presentar un alcaldable poco conocido, Gonzalo de Oro, en una campaña salpicada por las protestas contra dos casas okupadas en la Bonanova y las provocadoras acciones de la empresa Desokupa