Las aperturas comerciales los domingos y festivos en BCN traerán este verano más contrataciones

Hace justo un año que debutó el pacto especial de horarios comerciales que permitió a Barcelona abrir las tiendas ubicadas en la Zona de gran afluencia turística (ZGAT) todos los domingos y festivos de forma continuada de mitad de mayo a mitad de septiembre y que tenía una vigencia de cuatro años. Volverá a aplicarse a partir del próximo domingo, 21 de mayo y hasta el 11 de septiembre este año. Ese acuerdo histórico que perseguía sacar tajada del turismo de escapada o estival, que aprovecha cualquier momento para el 'shopping', topó en su despegue con algunas empresas que no cumplieron (según denunció el sindicato UGT) con las condiciones acordadas para los trabajadores del comercio. La cuestión laboral enturbió los resultados y cuestionó la continuidad de las aperturas, pero este 2023 llega con mejores perspectivas: diversos convenios sectoriales han podido introducir el 'pacto de los domingos' y garantizar la voluntariedad de estos turnos de trabajo extra en la mayoría de los casos. La medida debería propiciar un aumento de las contrataciones y consolidar la iniciativa comercial, que supuso un aumento de ventas en negocios del centro. Cabe recordar que el acuerdo social implicó a las patronales del sector, los sindicatos y el Ayuntamiento de Barcelona, que lo suscribieron en base a reactivar el comercio local tras los efectos de la pandemia, estimular nuevas contrataciones y dar respuesta al sector turístico, que llevaba años demandando un horario comercial que cubriese los festivos. Fue un caso de regulación con implicación sindical único en el Estado. E hizo necesario que el comercio de ejes de barrio (Barcelona Comerç) y el de ejes turísticos y céntricos (Barcelona Oberta) lograsen un equilibrio de intereses, que permita exprimir las divisas de los visitantes sin alterar los hábitos de compra de los barceloneses, teniendo en cuenta que muchos barrios no pueden sumarse a la liberalización y podía producirse una fuga de compradores de proximidad. Se estableció por ello una limitación de zonas equivalente a las del plan especial de alojamientos turísticos de Barcelona (PEUAT), de manera que son los barrios céntricos (en Ciutat Vella y el Eixample) y con más oferta de alojamiento los que pueden abrir todos los domingos y festivos comprendidos entre el 15 de mayo y el 15 de septiembre. También pueden algunos barrios concretos más alejados, pero muy visitados por viajeros, desde Sants hasta Sarrià-Sant Gervasi, pasando por Sant Martí o Gràcia. El mapa exacto puede consultarse aquí. El horario, de 12.00 a 20.00 horas, estaba diseñado con ese propósito. En la práctica, el año pasado muchas calles implicadas tuvieron una mínima participación, pero en ejes neurálgicos como el paseo de Gràcia y Barna Centre se levantaron no pocas persianas y registraron buenos resultados de caja. El presidente de Barcelona Oberta, Gabriel Jené, confía en que este año haya un balance más positivo, tras la experiencia de 2022 y las muy buenas previsiones turísticas de la temporada que comienza. "Está enfocado a una zona y público turísticos y supone un valor añadido", señala a este diario. Espera que la comisión de seguimiento que aglutina a todas las partes pueda ir arrojando datos objetivos y comparativas a lo largo de esta temporada que lo confirmen. El presidente de Barcelona Comerç, Pròsper Puig, asume el compromiso de la entidad para cuatro años, a sabiendas del poco efecto en los barrios afectados que están bajo su paraguas y reivindicando datos concretos sobre porcentajes de apertura. Y recuerda que, al margen de esa regulación, todo comercio de menos de 300 metros cuadrados y que no sea de grandes cadenas puede abrir por ley cualquier festivo, algo que no sucede apenas el resto del año, más allá del puro centro de Barcelona. Para Puig, la clave de que el horario especial (este año hasta el 11 de septiembre, por ser lunes festivo) funcione es que se base en la voluntariedad y la compensación con una libranza "de calidad". En convenios actualizados se ha estipulado que sea los sábados, de modo que dé lugar a fines de semana completos de descanso y motive a los trabajadores. Balance para mejorar En 2022, pareció cumplirse el reto de no alterar la dinámica de las compras locales y sí el imán turístico, aunque UGT denunció que muchos comercios ni reforzaron realmente sus plantillas ni dieron opción a trabajar voluntariamente. "Y obligaron a los trabajadores", subraya Óscar López, secretario general de la Federación de Servicios Privados del sindicato. Hubo denuncias y se produjeron amenazas de descabalgarse del pacto de 2023. Finalmente, la coyuntura y el empuje sindical ha propiciado que al menos media docena de convenios sectoriales que se han tenido que actualizar en los últimos meses hayan podido incorporar el acuerdo sobre festivos. De ese modo, el cumplimiento será imperativo porque de lo contrario las empresas afrontan "inspecciones de trabajo, tutela judicial y sanciones", al contrario que hace un año, resume López. Lo han integrado el convenio del comercio textil, de supermercados y del comercio de la piel, entre otros, así que se cubre hasta el 80% de los empleos implicados en las zonas de apertura comercial permitida estos cuatro meses. Pero además, las grandes superficies también han introducido mejoras en las condiciones sobre festivos. Solo cabe el riesgo de incumplimientos en empresas que tengan su propia regulación, que son una minoría en la zona. Inditex y otras grandes están bajo el amparo del convenio del comercio textil. "Si en algún caso no se acata el acuerdo, nos movilizaremos a las puertas de los establecimientos", anuncian desde UGT. Evitar la liberalización total En el caso de CCOO, Ramon González, secretario general de la Federación de Servicios del sindicato en Catalunya, destaca que este año se llega a una aplicación "con más garantías". De hecho estima que los convenios mejorados dan cobertura a unas 70.000 personas que trabajan en las zonas de más afluencia turística. También cree que las expectativas son este año mejores, pese a que considera positivos los datos de contrataciones del año pasado. Con cifras del Consell Econòmic i Social, en Barcelona en el periodo en cuestión se duplicaron los contratos indefinidos a tiempo completo y crecieron un 157% los de tiempo parcial. Obviamente, no fue consecuencia directa de las aperturas en festivos, que no fueron generalizadas, pero si lo considera uno de los factores que lo propiciaron, junto con la reforma laboral y la reactivación económica. Fuentes municipales subrayan que el ayuntamiento no tiene competencias en materia laboral, pero sí "empujó" para que tras el acuerdo las empresas se implicaran en la aplicación de las condiciones y para que el sector fuese más reactivo tras la pandemia. Las contrataciones estuvieron por encima de 2019, apuntan, aunque al haberse tratado de un año de recuperación tendrá especial relevancia lo que suceda este 2023. A sabiendas de las distintas posiciones dentro del seno del comercio de Barcelona, insisten en que fue "un buen acuerdo", que permitió alcanzar un equilibrio de intereses, alejado de la plena liberalización horaria de otras ciudades turísticas como Madrid. Ningún otro municipio ha regulado un calendario ni prestado atención a sus implicaciones laborales, añaden.

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