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Los conserjes (o 'conseguidores') regresan a los hoteles de Barcelona para potenciar el turismo de lujo

De izquierda a derecha, conserjes de los hoteles Intercontinental Barcelona, Mercer, El Palace Barcelona, Casa Fuster, Monument y Sofitel Barcelona Skipper (en cuya conserjería posan). Debajo, los del Arts y del Grand Hotel Central. / Laura Guerrero

El huésped, un CEO de una multinacional, llegó al mostrador de un hotel de gran lujo de Barcelona y tras registrarse, preguntó por cómo llegar al congreso donde presentaba un producto bancario. Casi le da un infarto al saber que su secretaria se había confundido y la convocatoria era en Madrid. Pero con dinero la mayoría de problemas o deseos de un viajero tienen solución, así que a las 10.30 horas de la mañana y tras algunas llamadas, el conserje del establecimiento logró que en apenas dos horas el cliente estuviera en el recinto ferial de la capital y que regresara a tiempo de darse un masaje en el spa de lujo del hotelazo barcelonés que ya tenía pagado, disfrutase de una cena de altos vuelos y pudiera recorrer la ciudad antes de volver a su país por el aeropuerto de El Prat, con sus billetes originales. La anécdota ilustra la misión de los conserjes 'top' que han recuperado (y reforzado) los hoteles de cinco estrellas de la capital catalana como herramienta imprescindible para mimar y afianzar al cotizado turista de lujo que visita Barcelona. Estos 'conseguidores', con agendas de contactos que valen su peso en oro, se reconocen en la 'champions league' del turismo por ostentar el preciado pin de las Llaves de Oro, que supone un plus de excelencia en el servicio.