Las calles de Barcelona lucían este sábado repletas de turistas de todo el mundo. Tras varias campañas de Semana Santa marcadas por el covid y las restricciones a la llegada de visitantes asiáticos, la normalidad de este año anticipa un verano totalmente prepandémico.

En el frente marítimo, la Rambla y el Gòtic había esta mañana riadas de viajeros. Aunque la mayoría eran europeos, también había venidos de Asia. La llegada de varios cruceros a la capital catalana también ha incrementado la actividad de los guías turísticos, que se acumulaban en puntos como la plaza de Sant Jaume. Pese al aumento de costes y precios, el ritmo de trabajo genera optimismo del sector turístico, con los bares llenos y muchas tiendas previendo aumentos de plantilla.

Según cifras estimadas por la Generalitat, el total de turistas en Catalunya estas vacaciones será de 962.257, lo que supone un 25% más que en 2022 y un 16% superior a las cifras de 2019. De este total, más de 500.000 serán residentes de Catalunya, mientras que el turismo del resto del Estado supondrá cerca de 200.000 llegadas, y el mercado francés traerá unos de 70.000 turistas.