A la espera desde 2002

La desolación de Venus vapulea a los vecinos de La Mina: "No nos sacarán de aquí ni en 2039"

El enésimo anuncio del realojo previo a derribar el maltrecho bloque es recibido de nuevo con suspicacias por los vecinos, agotados por el deterioro y las promesas incumplidas

230404EPC_JORDI OTIX_172343689.jpg / JORDI OTIX

Nunca deja de llamar la atención que en el colosal bloque de Venus, en el barrio de La Mina, los portales siempre permanezcan abiertos, sin ninguna barrera que encubra la descomposición que vapulea a sus vecinos. Nada cierra el paso a la maltrecha finca de Sant Adrià de Besòs, condenada a un derribo convertido en un jeroglífico sin resolver desde hace 21 años: las administraciones concibieron la demolición en 2002 y luego la dieron por imposible, mientras el edificio se demacraba a marchas forzadas. Ahora, empujadas por una sentencia de 2020 que les reprochó una “inactividad” que calificó de “patente”, la Generalitat, la Diputación y los ayuntamientos de Barcelona y Sant Adrià confían en tirarlo abajo en cuatro años, abusando un poco más de la paciencia de los vecinos. El fin no es poca cosa: se trata de rescatar de la podredumbre a los habitantes de una de las calles más pobres del área metropolitana de Barcelona.