Pese al auge digital

La insólita supervivencia de los 'pirulís' de libre expresión en las calles de Barcelona

En la capital catalana quedan 342 columnas fijas en las que todo el mundo puede enganchar lo que quiera sin pedir permiso

Están en vías de extinción en el área metropolitana y en l'Hospitalet ya no queda ninguna

Columna de libre expresión en Barcelona / Georgina Roig

Todos las hemos visto por la calle, aunque pocos les echamos cuenta. Ni siquiera sabemos cómo llamarlas. Nos referimos a esas estructuras cilíndricas plantadas en la calle que se usan para enganchar anuncios y carteles de todo tipo. En Barcelona es común llamarlas ‘pirulís’, pero su nombre oficial es columna de libre expresión. Un curioso elemento urbanístico que, a pesar de tener siglo y medio de historia, todavía muchos no saben que pueden usar sin pedir ningún tipo de permiso ni pagar nada. Así es: todo el mundo puede expresar lo que quiera en ellas, tal y como indica su nombre. Y esto no es algo que puedan decir todas las ciudades.