Balance del mandato (I)

La movilidad en Barcelona: lucha en balde contra el uso del vehículo privado

  • Cada vez son más los que van a pie, pero el uso del vehículo privado para entrar y salir de la ciudad, a pesar de las restricciones, se mantiene casi igual que hace cuatro años

  • El uso de la bicicleta y, sobre todo, el patinete sigue aumentando gracias a la extensión de los carriles ciclables, la pacificación del tráfico y las limitaciones de velocidad

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Una escuela de infantil cruza la cale de Aragó, con motos, coches, autocares y taxis esperando para pasar / Ricard Cugat

No estaba en los planes de Ada Colau que la movilidad terminara siendo el eje más importante de su segundo mandato al frente del Ayuntamiento de Barcelona. La alcaldesa, antigua activista por el derecho a la vivienda, se hizo con el poder en 2015 con la idea, precisamente, de darle un hachazo al sector inmobiliario, esta vez desde la política. Aquello, sin embargo, porque la cosa pública es muy lenta, ha quedado en un segundo plano, eclipsado por el urbanismo y la circulación de personas y vehículos, cuyos cambios se aceleraron con la pandemia y los nuevos hábitos. El resumen es que la movilidad activa (a pie y en bicicleta) crece, pero el coche sigue sin ceder por muchas razones que ahora analizaremos. Prepárense, porque este será uno de los temas centrales hasta las elecciones del 28 de mayo; porque sí, nos quieren hacer creer que hay una movilidad de izquierdas y otra de derechas.