Reurbanización con discordia

Vecinos de Sant Antoni ven un "engaño" en el proyecto de los Comuns para la ronda

La plataforma que no quiere la pacificación total del espacio cree que el plan los aísla y pasa por alto todas sus reivindicaciones

Imagen virtual de cómo quedaría la ronda de Sant Antoni según el nuevo proyecto.

Ni desean una ronda convertida en macroplaza, ni que sea un gran punto de encuentro entre barrios aislado al tráfico, y aún menos que el transporte público y otros servicios no puedan acceder a la ronda de Sant Antoni, complicando --mantienen-- la accesibilidad de los vecinos más mayores o la carga y descarga en el comercio. Eso opina la Plataforma d'Afectats per la Llosa de Sant Antoni de la propuesta presentada el lunes como "definitiva" por parte de la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, como supuesto resultado de un "consenso" que ellos consideran "inexistente". El colectivo, que aglutina a entidades de vecinos y comerciantes, ve el plan como "una tomadura de pelo" por parte de los Comuns.

Sanz y los concejales (también de Barcelona en Comú) de los dos distritos que abarca la ronda, el Eixample y Ciutat Vella, anunciaron a la prensa y más tarde a los vecinos la propuesta que definieron como pactada entre todas las partes en discordia. La responsable de Urbanismo subrayó la gran afluencia de usuarios, sobre todo del Raval, en todo el tiempo en que ha tenido uso ciudadano.

Pero el diseño de reurbanización presentado, que pacificará casi por completo el espacio que durante años ha ocupado la losa sobre la que se asentó el mercado provisional de Sant Antoni, y solo introduce un carril de bus de bajada en un tramo, se parece mucho más al modelo que siempre defendieron los Comuns y la Plataforma pro Pacificació de la ronda de Sant Antoni. Ambos son partidarios del máximo de zona peatonal y la erradicación del coche.

De ese modo, la primera plataforma, que desde hace años cuestiona corte total de tráfico de esa parte de la ronda (de Urgell a Floridablanca) porque cree que genera incivismo, inseguridad y un mal uso del espacio público, ha hecho ahora público un comunicado para mostrar su rechazo total al plan municipal. Los socios socialistas de Colau ya replicaron el lunes que el diseño estaba a años luz de su posición.

"Engaño" e "ideología"

"Nos han engañado", señala un portavoz a este diario. "Se ha decidido por ideología y sin tener en cuenta el equilibrio de ciudad. No es lo negociado, sino lo que tenían previsto desde el primer momento, basado solo en su ideología", agrega. Por ello, estudian emprender movilizaciones.

Estos vecinos reclamaban la recuperación de las líneas de bus y una ampliación de aceras, así como mejor accesibilidad a los domicilios en taxi o coche de cara a la población de más edad de ambos barrios.

En la nota, critican que la propuesta de los Comuns "no recoge ninguna de las demandas que ha hecho una de las partes", pese a que este colectivo ya "había cedido" en la negociación de mayo aceptando un solo carril de bajada del bus, carril de servicios, carriles bici y ampliación de las aceras peatonales". Se quejan de que en noviembre el anteproyecto fue diferente, y ahora en febrero la propuesta final desoye todas sus demandas.

Lamentan también de que en los planos no haya ya carril bici, "con el peligro que implica compartir el mismo espacio entre peatones, bicicletas y patines". Se muestran perplejos ante el tratamiento municipal del transporte público, que no se contempla como un "servicio necesario" para ambos barrios ni se mejora.

"Nos sentimos decepcionados", continúan. "Tenemos la sensación de que el proyecto de la ronda Sant Antoni es una lucha política entre los partidos que gobiernan en el ayuntamiento". "A tres meses de las elecciones, solo queriendo ese proyecto 10 de los 41 concejales, y no habiendo consenso con muchos vecinos, entidades y asociaciones, lo más adecuado, sensato y democrático sería esperar a quien gobierne el próximo mandato para buscar un proyecto que aglutine a partidos y vecinos", sentencian, prometiendo que seguirán en pie de guerra por sus intereses.