No será un tiburón capitalista que se lo come todo; o una ballena, porque tiene gracia, pues muchos se detenían a debatir tanto el tipo de mamífero como el mensaje de fondo. No lo será, o sí, porque aunque esto se hace bajo el paraguas municipal del plan de barrios, solo el artista invitado sabe cuál será el resultado final. El Carmel ha empezado este lunes a recuperar su mural más representativo, el de la calle del Santuari, sito en un muro de contención que salva uno de los muchos desniveles de este enclave de Horta-Guinardó. Blu, el muralista que pinceló la obra de arte urbano que desapareció por unos trabajos de mantenimiento del dique, vuelve a Barcelona para tratar de resumir la simbología del barrio en un solo dibujo. El resultado se conocerá en mes y medio.