Transporte público

El embudo de túneles ferroviarios de Barcelona lastra el crecimiento de Rodalies

El Gobierno busca cómo exprimir las dos únicas galerías pasantes de la ciudad para ganar frecuencias de paso y capacidad

Usuarios de Rodalies, esperando la llegada del tren en la estación de Clot/Aragó, el pasado septiembre / Zowy Voeten

La unión de las dos líneas de tranvía por la Diagonal generó un debate mucho más político que técnico. Pero de lo poco que se pudo decir sobre el trazado desde el punto de vista de los ingenieros, hay un asunto que sigue de rabiosa actualidad: la capacidad que tiene Barcelona de dar cabida a un tercer túnel ferroviario que ayude a aliviar la estresada circulación de trenes de Rodalies (y regionales) por las galerías de paseo de Gràcia y plaza de Catalunya (el de la alta velocidad va por su lado). Ambos tubos están cerca de su límite de capacidad, cosa que condiciona todas las líneas que llegan y salen de la gran ciudad, y por ende, la movilidad de centenares de miles de personas.