VTC

Uber y Cabify lanzan estrategias de fidelización para captar clientes empresariales

  • Saldos mensuales para los empleados o tarjetas regalo corporativas, entre las propuestas

Una usuaria utiliza la aplicación de Cabify.

Cabify y Uber, las dos principales plataformas de vehículos de alquiler con conductor (VTC) en España, han anunciado este jueves el lanzamiento de nuevas estrategias de fidelización para clientes y empresas, a través de saldos mensuales en el caso de la primera y tarjetas regalo en el de la segunda.

La plataforma española Cabify pondrá a disposición de las empresas un saldo que podrán ofrecer a sus empleados para sus viajes personales, con el fin de fomentar la movilidad sostenible. Además ha creado "Cabify por Horas", por el momento solo en Madrid y Barcelona para empresas, un servicio que pone a disposición del usuario un vehículo con paradas ilimitadas por un precio fijo; así como "Cabify Eco", que ofrece la posibilidad de viajar solo con vehículos electrificados -híbridos, híbridos enchufables y eléctricos-.

Por su parte, Uber ha puesto en marcha las "Tarjetas Regalo", que se pueden canjear en servicios de movilidad de la compañía (UberX, Black, Van, entre otros) o en cualquier alternativa de micromovilidad disponible en la plataforma. Según ha explicado la plataforma estadounidense en una nota de prensa, estas tarjetas también están dirigidas a empresas, con el objetivo de fidelizar clientes, fortalecer relaciones con proveedores e incluso premiar o motivar a los empleados.

Nueva legalidad en Barcelona

Precisamente en Catalunya acaba de entrar en vigor una nueva que restringe la actividad urbana de los VTC, con el aplauso mayoritario del taxi y el rechazo de las empresas del sector, que amenazan con un alud de reclamaciones judiciales para frenar sus efectos. El decreto del Govern solo permite operar a vehículos de más de 4,9 metros y con una autorización domiciliada en Catalunya y un coche adscrito desde hace más de un año, entre otras restricciones.

El texto dificulta que plataformas como Cabify, Uber y Bolt ofrezcan sus servicios en Barcelona, pues se suma a limitaciones ya vigentes hasta la fecha para los VTC en Catalunya, como la prohibición de aparcar en la vía pública o de recoger a clientes directamente de la calle, así como los 15 minutos de espera obligatorios para quienes soliciten uno de estos coches o la prohibición de usar geolocalización antes del servicio. Nada tiene que ver la norma catalana con la existente en Madrid, mucho más permisiva con los VTC y muy criticada de hecho por el sector del taxi.