La ordenanza cívica que Barcelona puso en marcha en 2005 prohíbe toda expresión de arte urbano, la buena y la mala. Tan ilegal es ensuciar paredes, persianas y mobiliario urbano con TAGs –las firmas de los grafiteros- como dignificar espacios con pintura mural elaborada. Los primeros siguen vandalizando la ciudad ilegalmente; los segundos buscaron una alternativa tras la publicación de la normativa: en 2012, tras años de esfuerzos, Marc Garcia y la productora Rebobinart consiguieron pactar con el ayuntamiento espacios legales para que los artistas pudieran soltar su pulsión artística sin miedo a las sanciones. Se trataba de muros abiertos para todo el mundo y gestionados a través de una aplicación Murs Lliures. La experiencia cumple una década y con el cumpleaños llega la noticia: el consistorio quiere ampliar el número de espacios –ahora son ocho- y llevar la gestión directamente. En Rebobinart lo aplauden.
Arte urbano
Barcelona ultima un cambio de modelo en la gestión de los muros legales para grafiteros
La iniciativa municipal, Murs Oberts, estará lista a finales de año y prevé tener entre 20 y 30 espacios abiertos a los artistas urbanos repartidos por toda la ciudad
Lo más visto
- Cómo ver el concierto gratuito de Madonna en Copacabana
- Este domingo puedes visitar el bosque del Prat que solo abre 10 veces al año
- Un muerto en un tiroteo al lado de la parada de metro de Maresme-Fòrum de Barcelona
- Una chimpancé acarrea con el cadáver de su cría desde hace meses en el Bioparc de Valencia
- La FGE sustituye a la fiscal de Madrid por el fiscal superior de Extremadura en la querella de la pareja de Ayuso contra dos fiscales en su caso de fraude