El problema de la vivienda

Inquilinos sin cédula en Barcelona: "Se aprovechan de la situación"

  • Algunos afectados explican a este diario los inconvenientes que puede generar residir en un espacio no legalizado como vivienda. A veces el impedimento es el tamaño, mientras que otras veces las condiciones son buenas pero el porcentaje de densidad de la zona impide regularizarlos

Fachada de un edificio de la calle de Casanova, donde algunas oficinas del entresuelo se están reconvirtiendo en viviendas sin cédula. / ELISENDA PONS

Jaume se mudó tras la pandemia a un pequeño "'loft' de diseño" en el barrio de Sant Antoni, donde el anuncio ya dejaba bien claro que "no tenía cédula de habitabilidad". Para él no fue un contratiempo porque se sabía "la letra pequeña" de memoria, dado que un amigo había vivido en un espacio sin regularizar justo antes de la pandemia. "Tiene algunos inconvenientes, pero para alquilar no hay problema siempre y cuando esté en condiciones decentes y cueste menos que un piso normal", evalúa. Es uno de los cientos (o miles, según fuentes del sector) de inquilinos 'de segunda' que han ido proliferando en Barcelona, en la medida en que los precios de acceso a la vivienda se han disparado y los espacios no reconocidos como vivienda son algo más asequibles.