Historia

La catedral de Barcelona se decoró con una fachada ficticia en 1802 por la boda del futuro Fernando VII

En 1890, la fachada neogótica que hoy conocemos sustituyó a una fachada gótica ‘fake’, una decoración pictórica que cubrió el muro inacabado del siglo XV, para que el honor de la ciudad no quedase malparado en la boda del futuro Fernando VII. Con los años acabó en un estado desastroso: es esa imagen la que nos ha llegado a través de las fotografías previas a la fachada neogótica construida entre 1887 y 1913. Pero nos hemos propuesto reconstruir como fue esa catedral pintada de color azul, a cuadros y con motivos neogóticos.

 Imagen de la fachada antes del inicio de las obras de 1887. / Esplugas / Arxiu Capitular de Barcelona

Quienes hayan tenido un mínimo de curiosidad sobre la historia de la catedral de Barcelona sabrán que su fachada actual es una recreación neogótica (construida a plazos y con polémica entre 1887 y 1913). E incluso conocerán la fotografía en que se ve el lamentable estado en que se encontraba antes de empezar esas obras, un simple muro sucio y desconchado, con un portal mayor de estilo indefinible y ventanales desaparejados. Pero no, esa no era exactamente la fachada inacabada que pasó cinco siglos en barbecho, sino los restos de otra, provisional, con una peculiar interpretación del estilo gótico y una historia tan interesante como olvidada. Una historia en la que intervienen Carlos IV y el futuro Fernando VII, una ciudad ansiosa por complacerles, una dinastía de arquitectos, un pintor hoy no demasiado reconocido y el cronista ocioso de la ciudad que fue Rafael de Amat y Cortada, el baró de Maldà, como explicamos en este reportaje multimedia. 

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