Movilidad

La gratuidad de Rodalies pondrá al límite el sistema público de transporte en Catalunya

La ATM teme que un ferrocarril a coste cero para los viajeros genere un trasvase hacia el tren de consecuencias imprevisibles. La tarifa de los títulos mensuales y trimestrales se rebajará un 50% durante el último cuatrimestre, en un año con un sobrecoste energético de 165 millones de euros

Validación de títulos de transporte, en una parada de metro de Barcelona / Ricard Cugat

Son multitud los conductores que echan de menos los peajes después de que autopistas como la AP-7 o la C-33 hayan incrementado su tráfico en un 50%. La promesa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de que los abonos de Renfe de Cercanías y media distancia serán gratuitos en el último cuatrimestre de 2022 puede generar un efecto muy parecido. Siempre y cuando la medida cristalice en un decreto ley que todavía debe aprobarse. No impone respeto solo por las obras en marcha, las carencias en infraestructura o las averías de la red ferroviaria catalana, sino por el impacto que la medida pueda tener en las arcas públicas y en el resto de la oferta de transporte público. La Autoritat del Transport Metropolità (ATM) es el ente encargado de marcar las tarifas en Catalunya. De cara a los últimos cuatro meses del año, aplicará las reducciones previstas por el Gobierno del 30%, y bonificará un 20% extra algunos de los títulos usados por los viajeros más fieles, la T-usual y la T-jove. Sobre lo que pase con Rodalies, temen un inquietante trasvase de usuarios hacia el tren que se traducirá en pérdidas para los operadores privados de recorridos supramunicipales y en aglomeraciones de incierta digestión.