Alojamiento cuestionado

Los anfitriones que alquilan habitaciones turísticas en Barcelona romperán la prohibición municipal

  • El colectivo denuncia por incitación al odio y estigmatización a Janet Sanz, por la campaña contra el alojamiento turístico ilegal que afecta también a su actividad

  • Miles de particulares han vuelto a colgar sus anuncios en Airbnb tras la sentencia que les dio la razón, porque creen que las multas no podrán prosperar

Pere, anfitrión integrado en la asociación ViA, muestra la habitación que ahora volverá a realquilar para oxigenar su ajustada economía. 58.jpg / JORDI OTIX (EPC)

Si un turista busca alojarse en casa de un barcelonés a través de Airbnb u otras plataformas, encontrará de nuevo varios miles de opciones de habitaciones privadas en domicilios particulares pese a la prohibición explícita que impuso el año pasado el ayuntamiento. Esta oferta casi se llegó a extinguir en ese momento, pero la reciente sentencia del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) que ha dado la razón a la asociación Vecinos y Anfitriones (ViA) así como la nueva campaña de información iniciada desde el consistorio contra todo alojamiento sin licencia (incluidos los llamados hogares compartidos) han espoleado a muchos anfitriones, que se rebelan contra la normativa municipal por "criminalizar" lo que posiblemente sea la fórmula más asequible de alojamiento turístico. El colectivo también ha denunciado a la teniente de alcalde Janet Sanz por presunta "discriminación, incitación al odio y estimatización" por vía de la mencionada campaña que alienta las denuncias vecinales.