La nueva y burguesa Barcelona del XIX

  • Una exposición muestra las primeras imágenes tomadas de Barcelona y cómo la técnica fotográfica ayudó a dibujar el imaginario de una ciudad que estaba transformándose urbanística y socialmente

La playa de Sant Bertran, el portal de Santa Madrona y el baluarte del Rei desde el Morrot, en 1852. / Franck de Villecholle

La historia es de sobras conocida pero no está nunca de más recordarla: la primera fotografía de Barcelona se tomó el 10 de noviembre de 1839 desde una terraza del Pla de Palau, pero nadie sabe quién la hizo ni si se conserva en algún lugar. La Reial Acadèmia de Ciències Naturals i Arts había adquirido una cámara en París y convocó a todos los ciudadanos a participar en el acontecimiento con un anuncio que afirmaba que se capturaría “el edificio de la Lonja y la bella isla de casa Xifré”. La fotografía se sorteó para recaudar fondos y nunca más se ha sabido de ella. El lugar escogido no fue casual, ya que desde finales del XVIII ese era el corazón de la ciudad burguesa. No solo eso, también gozaba de un importante conjunto monumental y de un ambicioso proyecto urbanístico en marcha. Y esa transformación urbana, a la par que social, que sufrió Barcelona en el XIX es lo que recogen las primeras instantáneas captadas de la ciudad, imágenes que acabaron modelando el discurso de una nueva realidad: la de una Barcelona moderna y predominantemente burguesa. Ciento cuatro de estas fotografías, que no la primera, lucen ahora en la muestra ‘La ciutat davant la càmera’, en el Arxiu Fotogràfic de Barcelona.