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Núria Aguadé, la fotógrafa espiritista

Equipada con una cámara ‘ouija’, esta barcelonesa retrata como nadie a los ‘lindyhoppers’, gentes que bailan de envidia, poseídos, aunque no lo saben, por el espectro de Frankie Manning

La Sala Apolo, uno de los templos de encuentro de la comunidad ’lindyhopper’ local. / Núria Aguadé

Los han visto. En plazas, al lado de la playa cuando el tiempo acompaña, en la Sala Apolo y, si tuvieron esa fortuna, en una deslumbrante fiesta que se celebró en La Paloma, fenomenal sala de baile transportada aquel día al Harlem de los años 30. La fotógrafa Núria Aguadé les ha retratado unas 3.700 veces y, tras una primera criba de la que salieron 400 imágenes, ha seleccionado 48 para publicar su primer libro, ‘El salt d’en Lindy’ (luego se lo traduzco en lo más preciso de su sentido), un proyecto que encara ahora la recta final de un ‘verkami’ para hacerlo posible. Según ella solo es un libro sobre el ‘lindy hop’, una forma de baile que se extinguió tras la Segunda Guerra Mundial y que fue milagrosamente resucitada en los años 80 como si fuera un mamut. En realidad, y ella no lo sabe, es un libro de espiritismo. Miren bien las fotos. Están poseídos.