Campaña internacional

Barcelona convierte su "revolución gastronómica" en gran reclamo turístico

  • La ciudad utilizará su reputación gastronómica, la reactivación de la alta cocina y sus talentos para captar visitantes de calidad y mayor poder adquisitivo durante todo el año

Algunas figuras de la gastronomía local, en la presentación de la campaña promocional, con Barcelona al fondo. / Manu Mitru

Barcelona vuelve a levantar el telón de su mejor gastronomía tras dos años de pandemia que hicieron estragos especialmente en este segmento de la hostelería. En apenas seis meses se han reabierto o estrenado 25 restaurantes "de excelencia" que han dibujado un nuevo escenario perfecto para convertir a la cocina en el mejor embajador internacional de la ciudad. Turismo de Barcelona, consciente del poder de esta baza para atraer viajeros de calidad durante todo el año, ha presentado este martes la campaña 'La revolución gastronómica continúa en Barcelona', con presencia de una veintena de chefs de primera línea.

La nueva iniciativa pretende "relanzar Barcelona como destino gastronómico de referencia", así como dinamizar la economía del visitante y del sector de la restauración destacando valores relacionados como "la innovación, el talento, la creatividad, la genialidad y el producto", ha destacado la directora del consorcio, Marian Muro. Tras la primera revolución que abanderaron hace ya un cuarto de siglo figuras como Ferran Adrià, Carme Ruscalleda, Santi Santamaria o los hermanos Roca, situando a la capital catalana a la vanguardia gastronómica, y que lograron despertar a nuevas generaciones de chefs, el sector vive una reactivación pospandemia de la que ahora se quiere dar cuenta, apoyando de pleno a los cocineros emergentes, ha subrayado.

Vídeo de la campaña ’La revolución gastronómica continúa en Barcelona’

Cabe recordar que por sus características, equipos, costes y logística, la alta gastronomía ha vivido muchos meses de cierres y endeudamientos, en tanto que su viabilidad económica era casi imposible solo con público local.

"Barcelona quiere ser líder del turismo de calidad", ha insistido el primer teniente de alcalde de Promoción Económica, Jaume Collboni, que ha ensalzado el motor económico que suponen los 9.000 negocios de la ciudad (5.597 restaurantes y 3.290 bares). Con 29 estrellas Michelin en 19 establecimientos, y un repertorio de bistronómicos que ponen su potencia al alcance de paladares exigentes pero acaso con presupuestos menos holgados, la ciudad defiende jugar la gastronomía como uno de sus principales cartas de cara a la mejora cualitativa del turismo que predican tanto el ayuntamiento como otras entidades.

El interés del viajero

Y los datos avalan el intento: más del 90% de viajeros (un 92,4%, en 2021) van a restaurantes a degustar la cocina local; cada visitante destina más del 50% del gasto a gastronomía y el visitante gastronómico gasta un 24% más que aquel que viene solo de vacaciones. En el caso de Estados Unidos, llegar a ser un 30% superior. De hecho, este viajero el 45,2% de los turistas norteamericanos tienen entre sus actividades preferidas "disfrutar de buenos restaurantes".

Por eso, más allá de la acción de márketing --con un emotivo vídeo de la ciudad y sus genios del fuego (que abre Adrià) y una inversión inicial de 400.000 euros--, la estrategia alcanzará a las presentaciones que haga Turismo de Barcelona a nivel internacional. "Será de largo recorrido", ha añadido su presidente, Eduard Torres, señalando que pese al 'boom' de viajeros que se vive en estos momentos, se desconoce cómo evolucionará la actividad. Ha recordado que la capital catalana está segmentando a su público y la gastronomía está en el centro del relato de una estrategia ligada a la descentralización y la desestacionalización.

De España a EEUU

De entrada, los mercados claves para conquistar por el paladar son el resto de España (el jueves habrá una cena de lanzamiento en Madrid), Gran Bretaña, Italia, Alemania, Francia, Países Bajos y Nórdicos, y acciones en Estados Unidos (Nueva York y Boston). A todos ellos se les quiere vender "singularidad" barcelonesa en la mesa, desde la tradición local a la cocina más innovadora.

En la presentación se ha explicado que la llamada 'nueva revolución' está protagonizada por chefs que no superan la cuarentena, "profesionales comprometidos y emprendedores, con proyectos de restauración personales, singulares y que continúan con el ADN de la cocina de Barcelona", con el denominado común de la pasión y el talento, la apuesta por el producto de proximidad y la 'contribución a democratizar el alta cocina, acercándola a un gran público". Algunos de ellos, junto a un nutrido grupo de primeras espadas, como Oriol Castro (Disfrutar), Jordi Artal (Cinc Sentits), Jordi Cruz (Àbac), Sergi Torres (Cocina Hermanos Torres), Albert Enrich (La Mar Salada), Tomàs Abellán (Savia), Ada Parellada (Semproniana), Albert Raurich (Dos Palillos), Jordi Vila (Alkimia), Romain Fornell (Caelis), Carlota Claver, (La Gormanda), Rafa Peña (Gresca) o Nandu Jubany han acudido a la puesta en escena de la campaña, en la Fundació Miró.

Los cocineros barceloneses que han acudido a la presentación de la campaña, junto a los representantes municipales y de Turismo de Barcelona.

/ Manu Mitru

Para el concejal de Turismo, Xavier Marcè, esa gastronomía enlaza directamente con otros valores locales, como los mercados o el producto de Km. y de temporada, por lo que también espera conseguir fondos europeos para profundizar en esta línea. "Queremos que quien nos visite sepa porqué quiere venir y hay que darles contenido", ha defendido. La gastronomía permite esta interacción todo el año (no en temporada alta) y apunta a un cliente de poder adquisitivo medio-alto, más de 35 años e interés por la cultura autóctona.

Fogones de altura

Las reaperturas o novedades se ha ido sucediendo en los últimos meses. En la lista figuran Enigma, de Albert Adrià, y Teatro, con los hermanos Iglesias al frente. También Alapar, con Jaume Marambio y Victoria Maccarone; el mexicano Come, de Paco Méndez, y Tamae Bar, el 'open kitchen' que aglutina bar y Delivery de Albert Raurich y Eugeni de Diego. Sin olvidar la fuerza de las cocinas de los hoteles, desde Rafa Zafra al timón del nuevo Amar en el Palace desde hace unas semanas; a Gastón Acurio de regreso al Terrat en Mandarin Oriental Barcelona; Alain Guiard con Contrabando en Wittmore Hotel; Rafa de Bedoya en el Aleia de Casa Fuster, o Víctor Torres al frente de Quirat, en InterContinental Barcelona.

Según datos de Turismo de Barcelona, los visitantes más interesados en la restauración vienen de Francia y Bélgica, seguidos del mercado nacional. Los turistas valoran la gastronomía local con un una nota de 8,4 sobre 10 de media, en especial los estadounidenses (8,72).

Un firmamento de 29 estrella Michelin y más

Barcelona suma 29 estrellas Michelin en 19 restaurantes galardonados. Con tres estrellas brillan el Àbac, de Jordi Cruz, y Lasarte, de Martín Berasategui, con Paolo Casagrande como jefe de cocina. Con dos, Angle, Cinc Sentits, Cocina Hermanos Torres, Disfrutar, Moments y Enoteca. Otros once lucen una: Aürt, Oria, Alkimia, Dos Palillos, Hisop, Hofmann, Koy Shunka, Vía Veneto, Xerta, Caelis y Atempo. Además, son 45 los que cuentan con soles en la Guía Repsol. Pero en Barcelona despuntan también los llamados bistronómicos, con sello de autor pero ambiente más informal y precios más contenidos. Entre ellos, figuran cocinas muy dispares, como Direkte Boqueria, Ultramarinos Marín, Teatro (antes Tickets), La Gormanda, Mont Bar, Taberna Noroeste, Besta, Informal, Savia, Avenir, Berbena, La Mundana, Cruix, Saó, Vivanda y Verat.