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Laietana: tras las obras, el yate seguía ahí

Cual recreación del célebre cuento corto de Monterroso, las obras de la discordia avanzan en Barcelona con el yate 'Lady Moura', más que atracado, aparcado en la ciudad

’Lady Moura’, más que atracado, aparcado junto a la Via Laietana. / JORDI COTRINA

Tras las obras, el yate seguía ahí. La primera frase de este texto ha bebido para inspirarse del que se considera el más corto y a la par más célebre microrrelato de la lengua española, siete palabras escritas por el escritor centroamericano Augusto Monterroso (Guatemala, Honduras, México…, esa es su trayectoria vital) que se han convertido en un clásico: “Cuando despertó, el dinosaurio seguía allí”. Es un clásico que viene al caso porque el enardecido debate que ha suscitado la reforma de la Via Laietana, que casi llega a las manos judiciales, ha versado tanto sobre la anchura de las aceras, sobre el número de carriles para coches y sobre si buses y bicis deberán compartir asfalto de bajada que apenas ha habido tiempo de alzar la vista y anticipar qué silueta verán en el horizonte los barceloneses que vayan a descubrir el aspecto de esa remozada calle a mediados del 2023, fecha final de la primera fase de las obras. Será la del ‘Lady Moura’ u otro monstruo similar, un yate más largo que una manzana del Eixample y tasado en unos 200 millones de dólares como poco.