Barcelonitis, esa patología

#ColauDimissió

A la alcaldesa y candidata a la reelección, como si fuera Italia, se la culpa incluso de la lluvia, pero a veces con expresiones muy sucias que definen, sobre todo, a quién las pronuncia

Ada Colau, vista por el artitsa TV Boy, tras revalidar la alcaldía con el respaldo de Manuel Valls. / RICARD CUGAT

Que el título no lleve a engaños. Es solo un anzuelo. Había incluso una alternativa más punzante. Sería extraño que no la conocieran. #PutaColau. Una u otra opción, sobre todo la segunda, por inapropiada, merecen una aclaración. Son expresiones que no se sabe si nacieron en las redes sociales, esa ciénaga, o en la calle, esa selva. La segunda, la desagradablemente sexista, es la versión local y muy machirula de lo que los italiano dicen con más elegancia desde décadas, “piove, ¡porco Governo!, pero a diferencia de aquella fórmula transalpina, que es hasta graciosa, la adaptación insultante que aquí se ha llevado a cabo y que corre de ‘hastag’ en ‘hastag’ por Twitter define más al emisor del mensaje que al receptor. Un pasado día de lluvia (y esto es un caso real, hay testigos de ello) la puerta de un autobús H12 se quedó a medio abrir cuando una usuaria ya había cerrado el paraguas para montar en el vehículo. Se mojó. Y, sí, lo dijo, casi como una interjección normal en estos tiempos, sin reparar en lo absurdo de su queja y en lo denigrante de esa expresión.

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