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Dos años y medio subiendo escaleras en Barcelona

Anna Yvern comenzó a subir escalones para pasar un duelo. Se ha convertido en una filosofía de vida con 'hashtag': “Subir, respirar y seguir”

Anna: “Subo escaleras para tramitar el duelo”. / Carlos de Diego

Es fácil de identificar: la única persona que sube escaleras sin resoplar. Acumula en Instagram más escalones de los que podría asumir Rocky Balboa en todas sus películas. Cada fin de semana sube más de 2.000, tirando por lo bajo. “Cuando veo unas escaleras, para allá que voy”, sonríe Anna. “Comenzó siendo una necesidad –confiesa- y ahora es una afición”. Rectifica enseguida: “Continúa siendo una necesidad”. La vida se le puso cuesta arriba y ahora ella sube escalones a prueba de metáforas.