Algunos de ellos se instalaron en el edificio en noviembre del 2019, tras encadenar dos desalojos en circunstancias distintas. El primero, el 2 de julio de ese año, ejecutado por los Mossos en un edificio de la calle de Marià Aguiló, en el Poblenou, donde nació Casa Àfrica, proyecto de ayuda mutua entre las personas llegadas de ese continente sin dinero ni red. Solo dos semanas después tuvieron que dejar el edificio en el que habían empezado de cero, en la calle de Ciutat de Granada, en el mismo barrio, tras un incendio. Sobre el tercer edificio en el que establecieron su (precario) hogar y su necesario proyecto, en el 37 de la calle de Canuda, junto a la plaza Vila de Madrid, pesaba una orden de desahucio para el pasado mes de octubre, que lograron aplazar cuatro meses gracias al apoyo de Resistim al Gòtic, plataforma vecinal que arropa y asesora a los habitantes del edificio, muchos de ellos personas en situación administrativa irregular, lo que les hace todavía más vulnerables. El plazo expiró el 28 de febrero sin acuerdo y acaban de recibir una nueva orden de desahucio para el 6 de abril, la semana que viene.