Movilidad y urbanismo

El reto de las mercancías urbanas en Barcelona: más reparto nocturno y recogida en aparcamientos

El consistorio facilitará la instalación de 'hubs' de distribución públicos y privados en la ciudad mientras trata de cerrar la tasa Amazon que permita gravar la actividad del gigante del comercio 'online'

Furgonetas de distinto tamaño ocupan toda la calzada de Major de Sarrià, en octubre de 2019 / Maite Cruz

En un tiempo en el que puedes reservar una moto y encenderla con el móvil; en la era de la 'smart mobility', en la que los vehículos informan de los atascos e incluso aparcan solos, y en la época en la que la tecnología eléctrica llama a la puerta de los combustibles fósiles, llama la atención que el reparto de mercancías en suelo urbano apenas haya evolucionado en los últimos 30 años. Un transportista, una furgoneta, un origen y un destino final. Y de por medio, una ciudad que atravesar, no siempre con la certeza de que el cliente final estará en el lugar de recepción; sin la seguridad de poder estacionar, ni que sean cinco minutos, sin tener que echar mano de la segunda o tercera fila. La distribución de productos de todo tipo, para consumo personal o para la venta posterior, es uno de los aspectos callejeros que menos se ha abordado. Barcelona lo intenta, y ha ha dado algunos pequeños pasos. Ahora se quiere dar forma a una estrategia público-privada, con la vista puesta en 2030, que incluye novedades, como convertir aparcamientos municipales o privados en 'hubs' de distribución de las compras por internet, impulsar el reparto nocturno o sacar adelante la denominada tasa Amazon para grabar la actividad del gigante del comercio 'online'.