Asociaciones de familias de alumnos, bajo la coordinación de la entidad Eixample Respira, han convocado este viernes a partir de las 16.30 horas en Barcelona una nueva acción de Revolta Escolar. En la reanudación de la iniciativa, que coincide con la vuelta a las aulas tras las vacaciones navideñas, se cortarán 15 calles frente a escuelas e institutos de la ciudad para protestar por la contaminación en entornos escolares y exigir su pacificación.

Eixample Respira ha explicado que la iniciativa coincide con la organización de un nuevo bicibús del Eixample, camino de las escuelas, que "muestra la multiplicación de iniciativas vecinales para reclamar una ciudad con menos coches, más saludable y más amable con las personas y a favor de la movilidad sostenible".

La Revolta Escolar, en colaboración con la Universitat de Barcelona (UB) y la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), ha elaborado un estudio sobre entornos escolares en la capital catalana, en el que han participado 83 asociaciones de familias de alumnos y más de 4.500 familias de 180 escuelas diferentes.

Potenciales riesgos para la salud

Según los resultados del informe, en el 85% de las escuelas encuestadas hay problemas en los accesos, en el 62% se han detectado problemas de seguridad en los accesos, en más de la mitad hay problemas de contaminación acústica y en aproximadamente el 90% se conoce que "hay exposición constante" con potenciales riesgos para la salud.

Así, más de la mitad de las familias encuestadas considera que el espacio de la acera no resulta suficiente para entradas y salidas en condiciones, un 75% considera que el entorno de la escuela no es suficiente seguro para los niños y el 80% que el transporte privado va muy rápido alrededor de la escuela, y el 79% de las familias considera excesivo el ruido del tráfico cerca de la escuela.