Oriol Bohigas ha visto por fin cumplido el que probablemente jamás fue su sueño y con el que, en un memorable artículo, fantaseó en su día Manuel Vázquez Montalbán. “Si Bohigas hubiera sido alcalde…”. Lo escribió en 1999 y así lo tituló, y, lo que son las cosas, Bohigas, que fue todo cuanto quiso en vida (arquitecto, escritor, editor, profesor universitario, presidente del Ateneu Barcelonès, director de la Fundació Miró, político contracorriente, melómano, gran seductor, nitroglicerínico intelectual…) acaba de ser despedido por sus familiares y amigos con honores de lo que nunca fue, alcalde, en el Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona, con una misa laica que seguramente le habría gustado por la lista de oficiantes y, también, por el lugar, un hermosísimo salón gótico con raíces arquitectónicas en el siglo XIV que puede presumir de ser uno de los primeros parlamentos de Europa.
Homenaje póstumo
Bohigas, alcalde por un día
En ausencia de un funeral, aunque fuera laico, familiares, amigos y admiradores se reúnen en el Saló de Cent para rendirle homenaje en el que habría sido su día de aniversario
Ada Colau conversa con Beth Galí, en presencia de Janet Sanz, en el Saló de Cent. /
Temas
Lo más visto
- Adiós a otra tienda centenaria de Barcelona: "Cerraremos cuando agotemos las existencias"
- Los vecinos del bloque Venus perderán el realojo gratuito en La Mina si no renuncian a pedir indemnizaciones
- Encuesta prohibida de las elecciones en Catalunya: primer sondeo
- Viggo Mortensen: "No entiendo cómo alguien puede tener algo en contra de cuidar el catalán"
- En marcha un operativo policial contra una banda de estafadores en Barcelona y L'Hospitalet