Investigación y cervezas, de Pere Aragonès a Ernesto Valverde

No hay manera de que un acto oficial empiece con puntualidad. Da igual si asiste el presidente de la Generalitat o si en la invitación te advierten que debes estar en el interior del recinto 15 minutos antes. La cuestión es que la 31ª edición de los Premis Nacionals de Recerca empezaron 20 minutos tarde. Queremos ser Europa y no somos capaces de cumplir con una cosa tan básica como la puntualidad. En fin, que en el Teatre Nacional de Catalunya se celebró un acto elegante, con una puesta en escena que no gustó a todos, pero que llamó la atención a mayores y a niños. O sea, que fue del interés de Ernest Maragall, uno de los asistentes más veteranos, y de Juna Borràs Clotet, la nieta del premiado Bonaventura Clotet, que siguió con emoción todos los movimientos de su abuelo. El doctor Clotet recibió el Premio Nacional de Recerca (ex aequo) con la matemática Carme Torras. Los dos, en sus discursos, reclamaron al presidente mayor inversión pública, de más fácil accesibilidad y más recursos para la investigación. Y Pere Aragonès, que habla y se mueve siempre con una corrección extrema, se limitó a leer su discurso. El presidente de la Generalitat parece programado para trabajar y no cometer errores y quizás eso es lo que le conviene ahora al país, pero en casos como el de este martes se esperan unas palabras más próximas y cariñosas. O sea, que se salga del guion. La categoría de los premiados lo merecía. Y más aún tras escuchar a la investigadora Núria Montserrat que recogió el Premio Nacional de Recerca al Talent Jové y que realizó un sentido discurso y que ha llegado a la élite a pesar de tener tres hijos pequeños. Su vocación, talento y esfuerzo es de admirar. Los asistentes estuvieron al nivel de los premiados. Vimos a Joan Manuel Serrat, Òscar Camps, el 'conseller' Argimon, la notaria Camino Quiroga, la abogada Monserrat Pinyol, los actores Marcel Borràs y Aina Clotet o al exdiputado Jordi Portabella que ejerció de secretario del jurado. Por cierto, Portabella era el último acto al que asistía antes de convertirse en el director de sostenibilidad del Barça. A partir del martes tendrá despacho en el Camp Nou. Fiesta en la Fábrica Damm El consejero de Damm, Ramon Agenjo, y el ‘dircom’ de la compañía, Fede Segarra, se mostraban felices el lunes en la entrada de la antigua Fábrica Damm. No había para menos. Tras 20 meses se volvía a celebrar un acto con presencia física y sin limitaciones. La revista 'Woman' y el diario 'Sport' reunieron sus potenciales para celebrar los primeros premios de la mujer en el deporte. Se llevó el máximo galardón Ona Carbonell, pero no se lo perdió Gemma Mengual que está tan en forma que igual la vemos en los próximos Juegos Olímpicos. Destacó la presencia de Carles Puyol y Vanesa Lorenzo y la actuación de Luz Casal, quien sorprendió a todos con el ‘Boig per tú’. La gala fue retransmitida por Teledeporte y eso evitó innecesarios discursos. Es verdad que alguno de los premiados se creció delante del micro, pero es de agradecer que asistiera la presidenta del Parlament, Laura Borrás, aun sabiendo que no le dejarían abrir la boca. No toda la clase política va a un acto si no les permiten hablar. Valverde y Sans, de presentación A la ciudad le empiezan a faltar días para ubicar todos los actos que se programan. Buena señal. La próxima semana les hablaré de un director teatral que afirma que Barcelona empieza a crecer. Tengo dudas, pero esa es la actitud. Un ejemplo más es que este jueves, el exentrenador del Barça Ernesto Valverde presentó un nuevo y fantástico libro sobre fotografía. Lleva el nombre de 'Frontera' y nos descubre algunas imágenes inéditas como una fotografía de unos 'hooligans' que realizó desde el interior del autocar de los jugadores. La galería Alalimón estaba a rebosar. No se lo perdió su amigo Carles Sans, que también está a punto de estrenar en el Teatro Borrás. Fiel a su humor, su nuevo espectáculo se llama: ‘Per fi sol’ y lejos del mimo que tantos éxitos le dio Tricicle, ahora Sans habla y descubre historias y anécdotas de toda su trayectoria. Reirán mucho. Y en los tiempos que corren que alguien nos haga reír es un regalo que no tiene precio.

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