INICIATIVA CULTURAL

Cálido refugio para la diáspora afrodescendiente en el Raval

  • La librería de Barcelona La Panafricana abrió justo antes de la pandemia para ofrecer un espacio en el que vender su obra a autores migrantes a los que no se les ofrece ninguna otra oportunidad

Quinny Martínez Hernández y Oumar Diallo Seydi, hace unos días en La Panafricana. / Manu Mitru (EPC)

La librería nació en 2019 de la necesidad de tener un espacio en el que vender sus libros, de la misma manera que había nacido, cinco años antes, Ediciones Wanafrica. Si no tenían quién les editara, se editarían ellos mismos y si no tenían quién les vendiera, harían lo mismo. La oportunidad surgió cuando cerró Espai Contrabandos, librería independiente que, ellos sí, siempre tenían un hueco en sus estanterías para las obras de Wanafrica. Cuando preparaban el adiós, Oumar Diallo Seydi, padre y alma de Wanafrica, fue a Contrabandos a recoger sus libros y, hablando con ellos, le animaron a tomar el relevo. "Pensé que podría ser una buena manera de tener visibilidad en un barrio, además, tan diverso como el Raval, y me dije que por qué no", recuerda Diallo desde el precioso espacio de 162 metros cuadrados en la calle Junta de Comerç. "La Panafricana es mucho más que una librería especializada en literatura migrante y afrodescendiente. Es refugio y familia", resume a su lado, la poeta Quinny Martínez Hernández. Basta con pasar un ratito per allí para confirmar que no miente. La mujer llegó a la Panafricana cuando presentó su último libro, en julio, y quedó atrapada por el espacio. Tanto, que hoy es ella una de las personas que más está luchando por salvar este oasis tan necesario para la diáspora, en una situación económica más que complicada tras el mazazo del covid, que estalló cuando la iniciativa empezaba a andar.

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