barceloneando

Lennon y Sánchez, los medallistas de la Unidad Canina

Un labrador retriever, por su nariz portentosa, y su compañero, un agente con 21 años de trayectoria, reciben simultáneamente el reconocimiento de la Policía Nacional

Miguel Sánchez Arévalo, con el escudo de su unidad en la manga de la camisa, y Lennon, con su merecida medalla. / Jordi Cotrina

La pareja de este Lennon tiene un nombre muy poco japonés. Nada de Yoko Ono. Es Miguel Sánchez Arévalo, agente del Cuerpo Nacional de Policía. A ambos, a Sánchez, por sus 21 años en la unidad de guías caninos, y a Lennon, un labrador retriever con una nariz ‘cyraniana’ para la búsqueda de drogas y, billetes, les acaban de condecorar por sus respectivas trayectorias profesionales. No suele suceder que agente y can suban al estrado a recoger una medalla. Ha ocurrido esta vez y por eso apetece reseñar algunos datos sobre los homenajeados, Sánchez, porque suma ya una decena de perros con los que no solo ha trabajado, sino que se los ha llevado de vacaciones, los ha jubilado en su casa y con gran dolor los ha visto morir en algunos casos, y Lennon, porque se trata de un ejemplar no criado para ser policía, sino que es un animal que sufrió un cruel abandono y pasó un año en un centro de acogida antes de conocer a Sánchez.