ÉRASE UNA VEZ EN EL BARRIO... (69)

La agonía de Can Ricart, más evidente que nunca tras el despegue del 22@

  • El vecindario forzó su protección patrimonial y luchó para que el Ayuntamiento de Barcelona adquiriera el viejo recinto fabril de Can Ricart, un icono en el barrio de Provençals del Poblenou

  • Trece años después de la declaración como bien cultural de interés nacional, la máxima protección patrimonial, la misma que la Sagrada Família, se encuentra totalmente abandonado

Una imagen con el estado actual de Can Ricart, en Poblenou. / SERGI CONESA (EPC)

Bien Cultural de Interés Nacional, el grado de protección, por ejemplo, de la Sagrada Família, desde 2008, hace ya 13 años; y propiedad del Ayuntamiento de Barcelona después de una novelesca lucha vecinal, la vieja fábrica de Can Ricart, todo un símbolo en el barrio de Provençals del Poblenou y referente del patrimonio industrial del territorio, agoniza. Una evidente y preocupante grieta bajo el característico rosetón de la torre de la nave central es solo la punta del iceberg de la degradación de este conjunto monumental prácticamente en ruinas, además, rodeado hoy de inmensas grúas y de rascacielos que no paran de crecer. Las obras en las altas construcciones en el perímetro de los antiguos talleres, al más puro estilo 22@, se han reactivado y avanzan, lo que evidencia todavía más el incomprensible abandono municipal de la vieja fábrica, cedida en febrero de 2015 a la Universitat de Barcelona (UB), después de un intento fallido de convertirla en 'la casa de les llengües' (2009), proyecto impulsado en los últimos tiempos del 'tripartit', que cayó en el olvido con el cambio de gobierno primero en la Generalitat y después, en el Ayuntamiento de Barcelona.