REVISIÓN DEL NOMENCLÁTOR

La memoria gitana en las calles de la 'poderosa' Barcelona

  • La comunidad gitana de Gràcia logra cambiar el nombre de su plaza, desde 1993 plaza del Poble Romaní, por plaza del Poble Gitano. "No tiene nada de malo la palabra gitano, y es como nos conoce todo el mundo", reivindican

Ricard Valentí abuelo y nieto, en la futura plaza del Poble Gitano, este jueves. / Ferran Nadeu

Una placa en la calle de Argenteria, donde “rebañó sus últimos días Joan Salvat-Papasseit (1894-1924), de madre gitana de obrera estirpe” recuerda desde 1994 al poeta de 'la rosa als llavis' reivindicando sus orígenes, en una de las escasas huellas de la memoria del pueblo gitano en la capital catalana, por mucho que por todos es sabido que Barcelona tiene poder. Un año antes, en 1993, se inauguraba en Gràcia la plaza del Poble Romaní, “la primera plaza dedicada al pueblo gitano en todo el mundo”, reivindica con comprensible orgullo a sus 82 años Ricard Valentí, quien se presenta como el gitano vivo "más antiguo" del barrio, descendiente de una de las familias "más antiguas" de la Vila. “No de las familias gitanas de Gràcia, no; de todas las familias de Gràcia”, puntualiza sentado junto a su nieto, de idéntico nombre y digno heredero de sus luchas, vicepresidente primero del Consell Municipal del Poble Gitano de Barcelona y presidente de la Asociación de Jóvenes Gitanos de Gràcia, en cuya sede abuelo y nieto se han refugiado de la lluvia para la entrevista para hablar sobre el inminente cambio de nombre de la plaza.

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