Urbanismo y memoria

Ildefons Cerdà merecía algo mejor en Barcelona

La ciudad rinde homenaje al padre del Eixample con una plaza llena de coches y sin vida que recopila todo lo que el ingeniero quiso evitar

Un vecino contempla el frontispicio por encima de la rotonda de la plaza de Cerdà / Edwin Winkels

Un cruce de caminos. Entre Gran Via, la Ronda del Mig y el paseo de la Zona Franca. En total, una veintena de carriles de circulación nacen o mueren en esta plaza que es muchas cosas menos una plaza. Es una rotonda en toda regla. Para mayor sonrojo, está dedicada a la persona que hizo que el proyecto de ensanche de la Barcelona antigua, lo que hoy conocemos como Eixample, fuese un crisol de urbanismo y arquitectura saludable que con el paso de los años iría sufriendo una penosa perversión. La ciudad tiene más de 4.500 calles, plazas, rondas, pasajes, ramblas…; seguramente, Ildefons Cerdà merecía algo mejor.